Angela Carini recalcó que su decisión se basa en un “retiro con madurez” y evitó entrar en cualquier tipo de conflictos.
Apenas 24 horas después de la polémica suscitada por el triunfo de la boxeadora argelina Imane Khelif ante Angela Carini, la italiana decidió colgar los guantes y abandonar la actividad. La pugilista le confirmó su decisión al medio local La Stampa, portal al cual le manifestó que su caída ante la luchadora africana no fue una derrota sino un “retiro con madurez”.
Tratando de evitar cualquier cruce con la organización de los Juegos Olímpicos y mucho menos criticar a su rival del jueves, la italiana aseguró que deja el boxeo por una convicción personal. El rival, explicó Carini, no era Imane Khelif, sino ella misma.
“Ya no tenía ganas de pelear después de menos de un minuto. Recibí un golpe en la nariz y perdí el equilibrio, no respiraba así que dije basta”, agregó la atleta.
Poniendo paños fríos a la cuestión, la europea sostuvo que salió llorando del ring por la frustración y enojo con la situación en general y con ella en concreto. Asimismo, Angela manifestó sentirse arrepentida por no haber saludado a la argelina tras el breve combate.
“Cometí un error al no saludarla, salí del ring por enojo pero no hacia mi oponente”.
“Cometí un error al no saludarla, salí del ring por enojo pero no hacia mi oponente. Quería sacar todo de mí, independientemente de la persona que tenía delante. ¿Quiénes somos nosotros para juzgar? ¿Para decir qué está bien y qué está mal? Somos atletas, no somos jueces”, cerró la pugilista.
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