Santa Fe registró en el 2022 el número más alto de la historia por la cantidad de presos que tiene

Se trata de 9.350 personas. Según un informe oficial, el ingreso de personas al sistema carcelario casi duplicó al del año anterior. Con problemas de sobrepoblación y uno de cada diez detenidos en sedes policiales, la tasa de detención supera a la media nacional.

El aumento sostenido de la población carcelaria que se registra en Santa Fe en la última década dio un nuevo salto el año pasado. En una escalada que no para de ascender, el año 2022 cerró con 9.350 personas privadas de la libertad en prisiones y sedes policiales. El número más alto de la historia, que duplica el registro de 2012 y supone un aumento del 146% respecto de quince años atrás. Los datos surgen de un informe estadístico del Observatorio de Seguridad Pública (OSP) del gobierno santafesino que, además del pico agudo en la tasa de detención, refleja la saturación por falta de plazas. Un problema crítico en las cárceles más grandes así como en las comisarías del centro y el norte provincial.

Los números son parte del reporte de actualización anual de personas privadas de la libertad que publica el OSP y que se puede consultar completo en el sitio www.santafe.gob.ar. El informe arroja además que cuatro de cada diez detenidos en las cárceles de la provincia están sin condena y que la gran mayoría son varones jóvenes de entre 18 a 30 años acusados de robo, en su primer tránsito carcelario. Se redujo el número de presos en comisarías, pero allí el hacinamiento es mayor.

Según el informe, al cerrar 2022 la cantidad de personas presas había aumentado un 13,1% con relación a 2021. El documento recopila y compara datos a partir de 2008, cuando había 3.794 personas presas en todo el territorio santafesino. Desde entonces y hasta el 31 de diciembre último, la cifra aumentó un 146%.

En el marco de una suba progresiva a través del tiempo y un aumento todavía más drástico el año pasado, el OSP registró un crecimiento que calificó como “agudo” de la tasa de encarcelamiento en la provincia: fue de 263 personas presas cada cien mil habitantes. La cifra registrada en 2022 es más del doble que la tasa del 124,8% de hace quince años. El número actual se sitúa incluso por encima de la tasa nacional, que era del 249% al finalizar 2021, último año relevado en el país por organismos oficiales.

El número total de 9.350 detenidos —que incluye a los 578 presos federales— es más del doble de la cantidad de personas que vivían en el encierro diez años antes.

En el gráfico que analiza la evolución de 2008 a la fecha se advierte que los valores se mantuvieron relativamente estables hasta 2011. En 2012 hubo un primer pico ascendente. Pero 2013, el año en que asesinaban a Claudio “Pájaro” Cantero y que cerró con 271 homicidios en el departamento Rosario, directamente fue una bisagra. Las cárceles alojaron ese año a 5.025 almas, y si bien el número bajó al año siguiente, se disparó entonces un ciclo de incremento de la población carcelaria que no cesa hasta hoy.

Así, el surgimiento de nuevas dinámicas delictivas, el auge del crimen organizado, el cambio en el sistema de enjuiciamiento, criterios judiciales más estrictos y otros estándares de condena tuvieron su correlato en la dinámica de las prisiones. “La tasa de encarcelamiento registrada en la provincia para el año 2022 resulta la más elevada de todo el arco temporal analizado”, concluye el informe.

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El año pasado cerró con 288 víctimas de homicidio en el departamento Rosario, la mayor cantidad de la historia. No sólo fue el que también registró la población carcelaria más alta sino el de mayor ingreso de personas a las unidades penitenciarias: poco más de un cuarto del total de detenidos en las cárceles santafesinas ingresó entre enero y diciembre de 2022.

El total anual de ingresantes a las prisiones santafesinas había comenzado a subir en 2014, el año de la reforma del sistema penal en la provincia, cuando entraron 177 personas a las cárceles.

Pero el fenómeno fue creciendo de un ciclo a otro hasta registrar un salto abrupto de 2.172 ingresos el año pasado, muy por encima de los 1.308 de 2021.

Poco más de la mitad de las personas que viven en las cárceles fueron privadas de la libertad en los últimos tres años. Lo que permite entrever, entre otros factores, un uso más estricto de la prisión preventiva por parte del sistema judicial.

Saturación

Una consecuencia directa de esa escalada es el problema de la saturación. En 2022 se registró una sobrepoblación de 1.887 personas en dependencias del Servicio Penitenciario, lo que implica un exceso de casi el 30% sobre la capacidad disponible.

Los casos más graves se registraron en la Alcaidía Regional Rosario (91,7% de sobrecarga), la cárcel de Coronda (50,3%) y la Unidad 11 de Piñero (48,3%). Las capacidad también está desbordada en la cárcel de mujeres de Rosario (38,6), donde la semana pasada dos detenidas terminaron con gravísimas quemaduras luego de una protesta y alrededor de 70 internas y algunos niños sufrieron cuadros de gastroenteritis en enero, todo derivado de malas condiciones de alojamiento que denuncian las mujeres presas allí.

Otro aspecto que aborda el informe es el problema de los detenidos en espacios policiales como alcaidías y comisarías. Más de uno de cada diez detenidos, un total de 1.089 personas, estaban alojados en esos ámbitos al finalizar 2022. Hubo un leve descenso respecto de los dos años anteriores, en los que la cantidad de presos en sedes policiales subió un 13%. La proporción está muy por debajo de los registros de hace quince a diez años, cuando cuatro de cada diez presos en la provincia estaban alojados en comisarías.

Pero un dato inquietante es que allí la sobrepoblación es mayor que en las prisiones. Con más de mil personas en espacios para alojar a 733, nueve de cada diez sedes policiales estaban desbordadas en su capacidad.

Los índices más altos —de más del 100%— se verificaron en departamentos del norte y del centro de la provincia como San Jerónimo, Vera, Belgrano, San Martín, San Justo, San Cristóbal, Castellanos, La Capital y 9 de Julio.

Sin condena

Otra característica de los espacios policiales es que alojan a una mayor cantidad de detenidos sin condena: casi nueve de cada diez. Mientras que en las cárceles son casi cuatro de cada diez los detenidos con prisión preventiva, es decir, a la espera de sentencia. De los 5.136 condenados en prisiones, casi un cuarto fueron declarados reincidentes.

Con respecto a los rasgos de la población carcelaria, el informe releva que está compuesta en su gran mayoría por varones. El 3,8% son mujeres, mientras que nueve personas se percibían como mujer trans o varón trans. Más de la mitad tienen de 18 a 30 años.

Debutantes y perpetuos

Alrededor del 70% de los presos alojados en las cárceles de la provincia de Santa Fe son considerados “primarios”, es decir, personas que atraviesan su primera acusación por un delito.

La mayoría de ellos están acusados de robo: son casi cuatro de cada diez de los detenidos en prisiones (cerca de 3 mil personas).

Asimismo hay 1.835 detenidos por homicidios dolosos, seguidos por los acusados de delitos sexuales (1.423), portación de arma (1.310), amenazas (1.080) y lesiones (888).

De los condenados, la mayoría cumple sentencias de 3 a 6 años de prisión (1.823) y un número similar (1.578) cumplen penas de entre 6 y 12 años. Hay 127 condenados a prisión perpetua y otros 144 a penas altas que superan los 20 años de prisión.

FUENTE: LA CAPITAL

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