El Gobierno acordó la creación de una mesa técnica con la CGT para resolver los puntos más polémicos de la reforma laboral, mientras los gremios del transporte analizan un paro para el 17 de octubre.
El Gobierno y representantes de la Confederación General del Trabajo (CGT) se reunieron este lunes en la Casa Rosada para intentar desactivar los conflictos que vienen escalando en los últimos días. En el encuentro, se acordó la creación de una comisión técnica que tendrá como objetivo esclarecer los aspectos más controvertidos de la reforma laboral, entre ellos, el de los bloqueos, que generó malestar en el seno sindical.
“El texto está mal redactado porque habla de bloqueos totales o parciales, lo cual se presta para que los empresarios hagan una interpretación arbitraria y avancen con despidos”, explicaron desde la CGT. La iniciativa del Gobierno, encabezada por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, busca bajar la tensión y frenar el posible paro de transporte que los gremios del sector están evaluando realizar el próximo 17 de octubre.
Falta de unidad
Sin embargo, no todos los sectores del transporte parecen alineados. Desde el entorno de Roberto Fernández, titular de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), dieron a entender que los colectiveros no se plegarían a la medida de fuerza, debilitando así la iniciativa promovida principalmente por el moyanismo, uno de los sectores más duros y opositores a la administración de Milei.
Pablo Moyano, quien mantuvo una postura crítica contra el Gobierno, decidió no asistir a la reunión, lo que marcó un claro distanciamiento en la interna sindical. No obstante, sí estuvieron presentes Héctor Daer y Carlos Acuña, dos de los secretarios generales de la CGT, junto a dirigentes clave como Gerardo Martínez (UOCRA), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), y el propio Fernández, entre otros.
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