El político británico Alex Chalk afirmó que el alquilar espacios de prisión en naciones extranjeras resultará beneficioso para mitigar el hacinamiento en las instalaciones penitenciarias del país.
El gobierno británico anunció una controvertida medida: trasladar a los presos a cárceles en el extranjero. Con el objetivo de modificar la legislación actual, el Partido Conservador detalló en un comunicado que se permitirá el traslado siempre y cuando se cumplan los estándares establecidos por el Reino Unido.
De esta manera, si se lleva a cabo la modificación de la ley, los reclusos serán enviados únicamente a territorios que cuenten con las instalaciones, el régimen y la rehabilitación adecuados para sus necesidades.
El ministro Alex Chalk, encargado de anunciar esta iniciativa, explicó que alquilar espacios de prisión en otros países garantizará que siempre haya espacio para mantener a los ciudadanos a salvo de los delincuentes más peligrosos.
Por su parte, el secretario de Estado de Prisiones, Damian Hinds, aseguró que la protección de los ciudadanos es la prioridad y la razón por la cual se llevará a cabo esta política. Además, señaló que, con el fin de cumplir con ese objetivo, están aumentando la duración de las condenas, lo que resulta en una menor cantidad de plazas disponibles en las prisiones.
Una política común en Europa
Alex Chalk reconoció que el traslado de reclusos a naciones extranjeras es una “estrategia establecida” en otros países europeos. Incluso mencionó que Bélgica y Noruega ya enviaron prisioneros a las prisiones de los Países Bajos.
El gobierno neerlandés, ante la escasez de reclusos y una disminución cada vez mayor en la tasa de criminalidad, alquila sus prisiones para evitar que los funcionarios penitenciarios queden sin empleo. Además, cerraron varias cárceles y convertido otras en centros de acogida para refugiados.
Los Países Bajos son una excepción en Europa, ya que muchos países están experimentando la falta de espacio en las prisiones, como mencionó el ministro de Justicia del Reino Unido. En este contexto, no parece estar muy lejos un futuro en el que varios países europeos trasladen a sus presos a territorio neerlandés u otros países con la misma disponibilidad.