El proyecto impulsado por el diputado santafesino Esteban Paulón busca poner fin a la leyenda popular del lobizón, que designa al Presidente como padrino del séptimo hijo varón.
La Cámara de Diputados podría dar fin a una de las costumbres más arraigadas del folclore argentino. El diputado nacional por Santa Fe, Esteban Paulón, presentó un proyecto para eliminar el “padrinazgo o madrinazgo” presidencial al séptimo hijo o hija de cada familia. Esta tradición, que nació con el fin de contrarrestar la superstición del lobizón, establece que el Presidente de la Nación debe asumir el rol de padrino de estos niños, otorgándoles un reconocimiento simbólico.
La leyenda
La leyenda del lobizón sostiene que el séptimo hijo varón de una familia se transformaría en una criatura mitad hombre y mitad lobo. Esto llevó al presidente José Figueroa Alcorta a instituir, en 1907, esta práctica para combatir el estigma. Desde entonces, la tradición fue oficializada por ley en 1974, brindando a los ahijados presidenciales una beca y un medallón conmemorativo.
Paulón destacó en su intervención que “una sociedad plural y moderna no admite distinciones de ningún tipo”. Así cuestionó el sentido de mantener costumbres basadas en creencias antiguas.
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