Se trata de un informe elaborado por médicos argentinos que dá consejos claves sobre cómo utilizar la inteligencia artificial en el ámbito de la investigación científica y la redacción académica.
El debate en torno al potencial de la Inteligencia Artificial (IA) abarca diversas áreas profesionales, incluyendo la investigación científica, donde han surgido numerosas interrogantes desde la llegada de herramientas como ChatGPT. En este contexto, un grupo de doctores elaboró una guía que destaca las aplicaciones más útiles y los errores frecuentes que se deben evitar al utilizar esta herramienta.
Los profesionales de la salud se basaron en un análisis exhaustivo del chatbot lanzado por la empresa OpenAI para desarrollar su trabajo, el cual fue presentado en la reconocida Revista Medicina de Argentina. En este marco, la Dra. Lucrecia Burgos -cardióloga especialista en Insuficiencia Cardíaca del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA)- resaltó que ChatGPT “puede ser utilizado en diversas áreas de la cardiología para mejorar y acelerar el proceso de investigación”.
“Esta herramienta resulta sumamente útil para el análisis de grandes cantidades de datos relevantes provenientes de diversas fuentes. Además, brinda la posibilidad de generar informes automáticos basados en los resultados de la investigación, lo cual acelera el proceso de comunicación. Asimismo, contribuye a la formulación y organización de hipótesis de investigación y al conocido ‘brainstorming'”, afirmó Burgos.
Principales usos recomendados de ChatGPT en el ámbito científico
1 – Generación de ideas
El primer punto resalta el uso de ChatGPT para la generación de ideas en las etapas iniciales de la investigación. “Para aquellos que enfrentan dificultades en la etapa creativa de sus trabajos, esta herramienta propone alternativas de títulos atractivos para editoriales o revisiones”, detalló la Dra. Burgos.
2 – Síntesis de conocimiento
Otra ventaja del uso de la inteligencia artificial radica en su capacidad para sintetizar el conocimiento sobre un tema al analizar grandes volúmenes de información. Es importante tener en cuenta que la base de datos de conocimientos de ChatGPT se extiende hasta aproximadamente septiembre de 2021.
“Resulta de gran utilidad proporcionar a la herramienta algunos datos con los cuales trabajar antes de formular la pregunta. Se debe formular la pregunta de manera concisa e indicar el público objetivo. Se puede ser específico, por ejemplo, en cuanto al número de líneas, párrafos o palabras, en qué idioma, y en qué aspectos se debe hacer énfasis. Como premisa principal, cuanto más específica sea la consulta, mejor será la respuesta”, dijo la cardióloga.
3 – Facilitación de la redacción
El uso de ChatGPT facilita la elaboración de borradores de artículos científicos y resulta muy eficaz en el proceso de edición. También puede ayudar en la corrección de formato y lenguaje, y en la reescritura de frases complejas de forma más clara.
4 – Traducción y corrección gramatical
La herramienta mejora la escritura y la gramática de oraciones en otros idiomas. En este sentido, puede resultar útil para investigadores que no dominan el inglés a nivel gramatical, y podría facilitar el envío de resúmenes a congresos y publicaciones internacionales.
5 – Análisis de datos y codificación en software estadísticos
ChatGPT ha demostrado una destacada capacidad para analizar datos y realizar codificaciones en software estadísticos. Una forma sencilla de hacer esto es exportar una base de datos en formato CSV (valores separados por comas), lo que permitirá a ChatGPT reconocer e interpretar esos datos.
Posteriormente, se pueden solicitar diversos tipos de análisis, tanto descriptivos como predictivos. El propio chatbot proporcionará instrucciones para llevar a cabo la tarea solicitada y, en algunos casos, puede realizar análisis básicos directamente en la conversación sin necesidad de utilizar un software externo.
Los especialistas del ICBA también señalaron que, a pesar de todas estas capacidades, existe un debate global sobre el papel que debe desempeñar la inteligencia artificial en la autoría de investigaciones científicas. Aunque algunos artículos han mencionado a ChatGPT como coautor, las principales publicaciones han negado otorgarle tal crédito.
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