Asimismo, fue procesado Osmar Gómez y se ordenó trabar embargos contra los tres. Actualmente, los imputados están detenidos acusados de ser coautores del homicidio de Cecilia Strzyzowski.
La jueza federal de Resistencia Zunilda Niremperger procesó este martes a los dirigentes piqueteros Emerenciano Sena, Marcela Acuña y Osmar “Quitín” Gómez. Se debe al delito de trata de personas con fines de explotación laboral en Chaco.
Asimismo, la magistrada ordenó trabar embargos contra los tres imputados. Por lo tanto, cada uno deberá responder por la cifra de $31.000.000 de pesos. Vale recordar que actualmente los imputados están actualmente detenidos por otros delitos cuya investigación está bajo la órbita provincial. Tanto Sena como Acuña están acusados de ser coautores del homicidio de Cecilia Strzyzowski. Mientras que Gómez debe responder por abuso sexual.
Sobre el procesamiento y las causas por trata
Este procesamiento federal está relacionado a una causa que comenzó hace varios años. Se debe al manejo que tuvieron los tres dirigentes con los trabajadores de lo que fue el Programa Sueños Compartidos de las Madres de Plaza de Mayo. En su momento era comandado por Sergio Schoklender, uno de los denunciantes de la causa.
Para la jueza los tres deben responder por “trata de personas con fines de explotación laboral mediando engaño, violencia, amenazas y abuso de una situación de vulnerabilidad, calificado por haber sido cometido por tres o más personas y por el número de víctimas”.
A través de los testimonios se conoció que la explotación habría sido a través de extensas jornadas laborales. Llegaban a extenderse hasta 16 horas. Además, existía la quita de porcentaje de la remuneración percibida. De acuerdo a las víctimas todo empeoró cuando los dirigentes piqueteros pasaron a manejar el programa.
Sobre el fallo
De acuerdo al fallo, “debe repararse que si bien Sena y Acuña surgen registrados como trabajadores, al igual que las víctimas, lo cierto es que claramente su estatus era superior al del resto de los trabajadores e inclusive de la parte empleadora. A partir de que tomaron el obrador, no sólo lograron desplazar al empleador sino que se quedaron a cargo del predio y continuaron con la edificación del lugar, que pasó a denominarse barrio Emerenciano”.
Asimismo, indica que “no puede soslayarse que, al no surgir que la situación referenciada fuera revertida por alguna autoridad, sino que aparece como consentida y normalizada, seguramente contribuyó a fortalecer la posición jerárquica/autoritaria asumida por los imputados y permitió que continuaran desplegando impunemente su accionar delictual conforme las conductas descriptas a lo largo del presente”.
