Según el SNAI, presos pertenecientes de bandas criminales exigen un traslado masivo y amenazan con tomar rehenes, como ocurrió en motines anteriores.
La violencia en Ecuador no cesa durante el 2023, con muertes, atentados y caos institucional. El Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI), organismo encargado de administrar las cárceles en el país, denunció que presos de bandas criminales amenazan con retener a guardias penitenciarios.
“Se generaron incidentes en algunos Centros de Privación de Libertad, debido a amenazas de un grupo de delincuencia organizada con el objetivo de presionar por un traslado masivo” de reclusos vinculados con esa banda, señaló el SNAI en un comunicado.
El organismo no precisó si hubo guardias retenidos, pero comunicó en un nuevo boletín que “los incidentes generados han sido controlados, sin ceder a las intimidaciones y extorsiones” de la banda que exigía el traslado de presos, una acción que en otras ocasiones ha derivado en masacres por choques entre reclusos.
Anteriormente, en la cárcel de Turi en la ciudad andina de Cuenca (sur), se observó la presencia de policías en los alrededores de la prisión, mientras que los reclusos permanecían en un puesto de vigilancia. Los presos amenazaron con llevar a cabo “huelgas de hambre, retener a los servidores del Cuerpo de Seguridad y Vigilancia Penitenciaria (CSVP) y a los funcionarios administrativos”.
Historial violento
Las cárceles violentas de Ecuador son ahora centros de operaciones para bandas vinculadas a cárteles mexicanos y colombianos. Los enfrentamientos entre grupos delictivos dejaron aproximadamente 460 reclusos muertos desde febrero de 2021.
El SNAI, encargado de la administración de unas treinta prisiones en el país, expresó que el traslado de presos “es antitécnico y representa una intimidación y chantaje al Estado ecuatoriano”.
La entidad solicitó la intervención de policías y militares para garantizar la seguridad de los centros penitenciarios. Durante los casi dos años y medio del gobierno del presidente Guillermo Lasso, el país ha decomisado 526 toneladas de droga, la mayoría con destino a Europa y Estados Unidos.
Entre 2018 y 2022, los homicidios se cuadruplicaron, alcanzando un récord de 26 por cada 100.000 habitantes. Según el Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado, entre enero y septiembre de este año, la cifra de homicidios fue de 33 por cada 100.000 habitantes, y se estima que aumentará a un récord de 40 muertes hacia finales de 2023.
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