El terremoto que sacudió la isla de Japón el día 5 de mayo, tuvo una magnitud de 6.3 y epicentro cerca de la costa del país, dejando heridos y daños materiales.
Hasta el momento, la agencia meteorológica de Japón ha registrado una magnitud preliminar de 6.3, pero más tarde la elevó a 6.5. El movimiento sísmico fue registrado por cámaras de seguridad, cuyos videos se han vuelto virales, y delatan la fortaleza del fenómeno, que impactó particularmente en la prefectura japonesa de Ishikawa, ubicada próxima de la costa central de Honshu, la isla más grande de Japón. Los terremotos son frecuentes en Japón, que se encuentra en el “Cinturón de Fuego” del Pacífico, una zona de gran actividad sísmica.
Las autoridades han confirmado que el sismo dejó heridos y daños materiales, aunque aún no se conocen los resultados finales. La agencia local de bomberos y gestión de catástrofes declaró que al menos tres inmuebles colapsaron y dos personas habían quedado atrapadas en su interior. La fuerza policial de Suzu cuenta con testimonios de heridos y edificios colapsados. Según publica Japan Times, “un hombre que se cayó de una escalera no presentaba signos vitales y varios edificios se habían derrumbado, quedando dos personas atrapadas bajo los escombros”. El movimiento telúrico que hizo que colapsaran varias viviendas se produjo en la región de Ishikawa a las 14.42 a una profundidad de 12 kilómetros, según la agencia meteorológica japonesa .
Japón cuenta con estrictas normas de construcción para garantizar que los edificios puedan resistir fuertes sismos y realiza periódicamente simulacros de emergencia. La magnitud de los terremotos se mide en una escala logarítmica, lo que significa que un sismo de magnitud 6 es diez veces más fuerte que uno de magnitud 5 y 100 veces más fuerte que uno de magnitud 4.
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