El Diputado Rubén Rubín, durante una sesión en el Congreso admitió que iría a la guerra y que su país necesita “misiles que alcancen a zonas claves de la región”.
El diputado paraguayo Rubén Rubín causó sorpresa este miércoles al admitir durante una sesión del Congreso que estaría dispuesto a ir a la guerra con Argentina. Además, expresó la necesidad de que su país cuente con misiles capaces de alcanzar zonas clave de la región.
Rubín, quien es miembro del partido Hagamos, se refirió a los conflictos entre Paraguay y Argentina por la Hidrovía Paraguay-Paraná, donde el gobierno argentino estableció un peaje, y Yacyretá, luego de que el país vecino decidiera retirar el 100% de la potencia de energía que le corresponde de la central hidroeléctrica binacional, como represalia.
Durante su intervención, el joven legislador de 29 años afirmó: “Este conflicto con el país vecino demuestra claramente que el presupuesto destinado a la defensa nacional debe ser una prioridad. Como joven paraguayo, sin duda iría a la guerra por mi patria”.
Rubín también enfatizó que lo que su país necesita no son más soldados, sino tecnología y misiles que puedan impactar en puntos estratégicos de la región para proteger sus recursos. Además, expresó su molestia por los acuerdos que Argentina mantiene con Estados Unidos y culpó a su propio país por esta situación.
El diputado electo en las últimas elecciones paraguayas manifestó: “No entiendo cómo Estados Unidos puede prestarles dinero a los argentinos para comprar aviones, mientras a nosotros nos piden que no trabajemos con China y solo tengamos relaciones con Taiwán, y ni siquiera nos ayudan a obtener armamento”.
Rubín también cuestionó la situación de su país, mencionando que si bien es importante tener mejores escuelas, hospitales y transporte público, se preguntó qué sentido tiene si no se cuenta con la capacidad para defender esos edificios, las fronteras, las hidroeléctricas o los acuíferos.
La semana pasada, el diputado ya había criticado al presidente Alberto Fernández por los peajes que se cobran en la provincia de Santa Fe, afirmando que no se trata de una disputa entre paraguayos y argentinos, sino entre paraguayos y el gobierno de Alberto Fernández, al que calificó como “gobierno peajero”.
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