El operativo de traslado en la Penitenciaría Nacional de Tacumbú dejó 12 muertos y más de 20 heridos, incluyendo policías, militares y presos.
El objetivo de la acción fue poner fin al control del grupo criminal Clan Rotela. Se trata de un grupo que tiene gran influencia en el narcotráfico del país. En tal sentido, el presidente de Paraguay Santiago Peña calificó esta intervención como “histórica y sin precedentes”.
La primera información fue la muerte de un policía, pero inmediatamente después se anunció que habían fallecido siete presos. Horas más tarde, desde la Policía Nacional elevaron el número y mencionaron la muerte de al menos diez.
Peña destacó que busca construir un país más seguro para las familias paraguayas. Carlos Benítez, jefe de la Policía Nacional, en tanto, informó que la penitenciaría ya estaba bajo control y que se trasladaron a 700 detenidos a otros centros.
Sobre el clan
liderado por Armando Javier Rotela, el Clan Rotela es una organización criminal señalada como responsable de gran parte del negocio del narcotráfico en Paraguay. Durante el operativo, se incautaron armas de fuego, explosivos, sustancias estupefacientes y teléfonos celulares.
Peña afirmó que el penal de Tacumbú se había convertido en un centro desde el cual operaban grupos criminales, planeando asaltos y distribuyendo estupefacientes que afectan a más de 90.000 jóvenes en Asunción y localidades del departamento Central.
El operativo, denominado “Operativo Veneratio”, contó con la participación de aproximadamente 2.500 efectivos militares y policiales. Las autoridades reforzaron la seguridad en otras penitenciarías del país para prevenir posibles motines.