El pastor de la Iglesia Evangélica Misionera Argentina, e integrante de la mesa de ACIERA, Pablo Silvestri, participó de la celebración por el día de las Iglesias Evangélicas, donde resaltó la labor que las mismas llevan adelante en todo el país.
Este lunes, en el Palacio Libertad, ex Centro Cultural Kirchner, se llevó a cabo la celebración por el Día nacional de las Iglesias Evangélicas.
Con una gran convocatoria y presencia de autoridades nacionales, entre ellos la vicepresidente de la Nación, Victoria Villarruel, el Jefe de Gabinete de Ministros de la Nación, Guillermo Francos, y la Ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Diana Mondino, se desarrolló el evento.
Estuvieron presentes también pastores y líderes de todo el país, entre ellos el pastor de la IEMA, Pablo Silvestri, quien dialogó con RLC Noticias.
En principio, el pastor rosarino remarcó la importancia de la fecha y expresó que “es un día importante porque es una fecha donde se evidencia el trabajo y se reconoce el testimonio. Lo que hay hoy es un reconocimiento al trabajo que se viene haciendo desde la fundación de la República Argentina”.
Recordó que la iglesia evangélica en Argentina llega con los primeros misioneros, prácticamente con la independencia, “desde hace 200 años de historia es una iglesia que siempre trabajó con los más humildes, donde está la necesidad y esto por lo largo de los tiempos, aunque algunos parecieran no verlo, mirar para otro lado”.
“El desarrollo, crecimiento y la presencia evangélica ya es difícil de ocultar, y hace bien que quienes dirigen los destinos de la República Argentina hayan establecido este reconocimiento”, añadió Silvestri.
Una celebración importante
En ese mismo sentido, destacó que “hay un día que vamos a conmemorar que existe en Argentina el trabajo de este tipo, aunque sabemos que el primer reconocimiento que necesita cada uno de nosotros no está en los hombres, esperamos ser aprobados por el Señor, esa es nuestra primer aprobación y si no está esa de nada nos sirve”.
Por último agregó que “es saludable para la nación que pueda entender el valor de la iglesia, porque Jesús dijo que somos la sal y la luz”.
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