La madre llevó a su hija en estado crítico al Hospital de Reconquista, pero lamentablemente no pudieron salvarla. La Justicia determinó que no hubo ningún delito involucrado en este caso.
Ocurrió en la provincia de Santa Fe, donde una bebé de un año perdió la vida después de ingerir accidentalmente lidocaína, un medicamento comúnmente utilizado como anestésico local.
Según fuentes oficiales, el incidente ocurrió el 28 de septiembre alrededor de las 18.10 horas, cuando una mujer contactó a los servicios de emergencia desde la ciudad de Villa Ocampo para informar que su hija había tomado el medicamento por descuido.
Ante esta situación, una ambulancia fue enviada al lugar y rápidamente trasladó a la madre de 23 años, identificada como Antonela Niz, y a la bebé, Aitana Ayelén Niz Aliendre, al Hospital de Reconquista.
De acuerdo al centro de salud, la paciente fue ingresada de urgencia en estado crítico y, lamentablemente, los médicos no pudieron salvarle la vida. Poco después, la doctora Cintia Masín confirmó que la causa del fallecimiento fue la “ingesta de lidocaína“.
El fiscal Norberto Ríos se hizo cargo del caso y, tras solicitar el informe médico y el historial clínico de la víctima, descartó la comisión de un delito y ordenó que el cuerpo sea entregado a sus familiares para su posterior inhumación.
¿Qué es la Lidocaína?
La lidocaína es un medicamento ampliamente utilizado en el campo de la medicina. Su principal función es actuar como anestésico local, bloqueando temporalmente la transmisión de señales nerviosas en el cuerpo para aliviar el dolor. Este fármaco se utiliza en diversos procedimientos médicos y odontológicos donde se requiere insensibilidad local.
Según la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, la lidocaína viscosa puede ser utilizada como anestésico para tratar el dolor de boca o garganta adolorida o irritada. Sin embargo, se advierte que este medicamento puede causar efectos secundarios graves o incluso la muerte en bebés o niños menores de 3 años si no se utiliza de acuerdo a las recomendaciones.
En cuanto a su conservación, se enfatiza la importancia de guardar la lidocaína en su envase original, cerrado herméticamente y fuera del alcance de los niños. Esto garantiza su integridad y evita posibles accidentes o mal uso del medicamento.