La empresa Ispace ha perdido el contacto con la sonda privada Hakuto-R, que debía aterrizar en la superficie lunar en la primera misión privada enviada a la Luna. La transmisión en vivo del alunizaje fue cortada tras perder contacto con el centro de control en Tokio, y el destino de la nave es incierto.
La misión Hakuto-R, que tenía como objetivo aterrizar en la Luna este martes, ha perdido el contacto con el centro de control de la empresa Ispace en Tokio. La compañía ha emitido un comunicado en el que informa que “por el momento, el centro de control de la misión Hakuto-R en Nihonbashi (Tokio) no ha podido confirmar el éxito del Lunar Lander”, la nave que debía explorar la superficie lunar.
El alunizaje estaba siendo transmitido en vivo, pero al perder contacto con el centro de control en Tokio se decidió cortar la emisión. La falta de noticias aumentó la tensión en la sala, y aunque se estableció comunicación con la nave hasta momentos antes del alunizaje, finalmente esta se perdió y la empresa no puede certificar el éxito del aterrizaje.
El equipo de Ispace continúa trabajando para confirmar el estado actual del módulo de aterrizaje y se anunciará más información sobre su estado a medida que esté disponible. Aunque el portavoz de la empresa destacó como un éxito el hecho de haber establecido comunicación con la nave en los últimos momentos previos al aterrizaje, el destino de la misión sigue siendo incierto.
El Atlas, un cráter de 87 kilómetros en el hemisferio norte lunar, era eel lugar pevisto para el aterizaje. A pesar de que la sonda comenzó a descender desde una altitud de cien kilómetros sobre la Luna y se logró obtener datos antes del alunizaje, se perdió comunicación con la misma y no se pudo asegurar la operabilidad de los dispositivos de exploración.
A pesar de la incertidumbre generada, el portavoz de Ispace declaró: “Estamos muy orgullosos porque hemos logrado muchas cosas en esta misión y seguiremos, nunca renunciaremos”. Ispace se define como una empresa “global” cuya visión es “expandir el planeta” y “expandir el futuro” a partir de acciones concretas como ofrecer servicios de transporte de alta frecuencia y bajo coste entre la Tierra y la Luna. La firma cuenta con proyectos conjuntos con la NASA y la Agencia Espacial Europea.
Es la primera firma privada del mundo que había programado aterrizar una nave en la Luna. La Agencia japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA) envió una misión similar en colaboración con la NASA el pasado noviembre aunque también se perdió comunicación con la misma un día después de su lanzamiento.
El destino aún por determinar de esta misión japonesa viene a completar una semana difícil en la exploración espacial, tras la explosión del gran cohete Starship de SpaceX durante su primer vuelo de prueba integrado el pasado 20 de abril. Este lanzador de la empresa de Elon Musk está previsto que algún día lleve astronautas de vuelta a la Luna por primera vez en más de medio siglo.
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