Este viernes se realizó la esperadísima pelea entre el ex campeón mundial Mike Tyson y el influencer. Fue triunfo para este último en fallo unánime.
Por fin llegó la noche que muchos aficionados al boxeo estaban esperando: el viernes por la noche millones de espectadores aguardaron con cierto morbo frente a sus pantallas de Netflix lo que prometía ser una pelea de antología entre Mike Tyson y Jake Paul. El ex campeón del mundo se enfrentaba al youtuber devenido en pugilista que vio la millonaria oportunidad y no la desaprovechó.
Pues bien, todo fue un espectáculo decadente. Mike Tyson con 58 años pudo derribar a su oponente 31 años menor si se lo proponía en el primer ring. Pero ahí estuvo el problema, el boxeador no se lo propuso y se dejó llevar por el show.
A lo largo de los 8 asaltos que duró la superficial contienda, dió la impresión de que Paul no quiso lastimar a un gastado Tyson, que sin embargo resistió de pie. Es que la técnica y fuerza de “Iron Mike” era suficiente para imponerse en los primeros asaltos, pero el avance de la pelea cansó al ex campeón de los pesos pesados.
El público esperaba una épica que nunca llegó y el influencer, que presentó un cambio físico notable, se llevó el triunfo por decisión unánime. En el AT&T Stadium en Arlington, Texas, las tarjetas de los jueces favorecieron a Paul por 79-73, 79-73 y 80-72.
Lo que se vendió como un espectáculo (considerado oficial para las fichas de ambos peleadores) terminó siendo una puesta en escena en la que Tyson se llevó 20 millones de dólares y Jake Paul 40.
No hubo caídas, no hubo nocauts, no hubo sangre. Apenas hubo una actuación en la que los dos contendientes medían sus golpes para dejar pasar el tiempo.
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