La llamativa referencia ocurrió durante la presentación de la artista española Indira Paganotto, quien abrió el tercer día del evento de música electrónica más importante del mundo.
En un sorpresivo homenaje, la legendaria y emblemática voz de Mercedes Sosa se hizo sentir en los escenarios del “Tomorrowland”, el festival de música electrónica más importante a nivel mundial. Este espectáculo, que tiene lugar todos los años en la ciudad belga de Boom, así como en otras ciudades del planeta, se rindió ante la obra de la célebre cantante folclórica tucumana.
Conocida como “La Voz de América”, la artista argentina dejó una huella profunda en el mundo de la música con su talento y potente voz a la hora de interpretar temas folclóricos, además de su sólido compromiso social. A pesar de habernos dejado en 2009, su influencia continúa abarcando diversas expresiones artísticas, y en esta oportunidad, la música electrónica se unió a su legado.
En una impresionante fusión de géneros, los DJ y productores que se presentaron en el festival mezclaron fragmentos de su voz en sus sets, llevando a los asistentes en un viaje emotivo través del tiempo. El gesto no solo rindió tributo a la destacada trayectoria de Mercedes Sosa, sino que también ponderó la diversidad musical y cultural que se ofrece en “Tomorrowland”.
Este curioso pero acertado hecho artístico sucedió durante la actuación de la DJ española Indira Paganotto, quien se encargó de la apertura del tercer día del evento. En uno de sus temas, la productora realizó un “mash up” con “Gracias a la Vida” de Violeta Parra cantada por la tucumana, haciendo bailar a más de 400 mil personas de distintas nacionalidades.
El concierto, famoso por su ambiente inclusivo y su tradición para unir a personas de diferentes culturas y países bajo una misma pasión, demostró nuevamente su compromiso con la reivindicación de la herencia musical de variadas regiones del mundo.
La importancia de la obra de “la negra” Sosa, que rompió fronteras y atravesó generaciones, sigue viva gracias a iniciativas como esta, que permiten que su legado inspire a nuevas audiencias internacionales. Así, el espíritu de Sosa se fusiona al del festival en un emotivo encuentro entre tradición y modernidad, llevando un mensaje de unidad.
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