Tras la derrota del PRO, Macri cruzó a Adorni y se negó a sumar al PRO a LLA, exigiendo respeto y cuestionando el trato del oficialismo.
Tras la derrota del PRO en la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri rechazó públicamente la propuesta de Manuel Adorni de integrar a sus dirigentes a La Libertad Avanza. Consideró inaceptable el tono del vocero presidencial y remarcó que, sin respeto, no hay posibilidad de diálogo. “Hay que dejar los egoísmos de lado y sumarse”, había dicho Adorni, lo que Macri interpretó como un intento de vaciar al PRO.
El exmandatario aseguró que su partido aún conserva dirigentes con convicción y principios. “Los que tenían precio ya se pasaron”, señaló, aludiendo a quienes se sumaron al oficialismo. Sin embargo, evitó cerrar puertas y sostuvo que el PRO debatirá internamente su rumbo. Confirmó que Cristian Ritondo tiene mandato para explorar alianzas en la provincia de Buenos Aires, pero negó que existan planes para integrarse al espacio de Milei.
Durante una entrevista televisiva, Macri también criticó al gobierno nacional por sus ataques al PRO. “No le estamos discutiendo el liderazgo a Milei”, afirmó, y calificó de inexplicable la hostilidad del oficialismo hacia su fuerza política. Subrayó que el PRO apoyó muchas medidas de LLA, aunque ese respaldo parece olvidado.
A pesar de las diferencias, Macri tuvo un gesto de reconocimiento hacia Adorni. Lo felicitó por su desempeño electoral en la Ciudad, aunque lanzó una crítica implícita. Destacó la inteligencia de la campaña, pero remarcó que no abordó ningún tema concreto vinculado a Buenos Aires.
En definitiva, el expresidente marcó distancia con LLA, pidió respeto y defendió los valores del PRO. No cerró la puerta al diálogo, pero dejó en claro que no aceptará imposiciones ni descalificaciones. El escenario político quedó así tensado, con reproches cruzados y estrategias en redefinición.
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