Aseguran que Google pagó cifras millonarias para posicionar su motor de búsqueda. Es el juicio antimonopolio más importante de los últimos años.
La semana pasada, comenzó el juicio que tiene a la empresa californiana en el banquillo de los acusados, como resultado de una demanda en Estados Unidos que la acusa de prácticas monopólicas en las búsquedas web, uno de sus principales negocios.
Esta movida está impulsada por el Departamento de Justicia (DOJ, por sus siglas en inglés) de ese país y cuenta con el respaldo tanto del Partido Demócrata, que actualmente está en el poder, como de los republicanos.
Este juicio es uno de los más relevantes en la historia de Internet. En concreto, el DOJ acusa al buscador, que opera bajo el paraguas de Alphabet Inc., de abusar de su posición dominante en ese negocio.
Según la fiscalía, Google habría logrado esta autoridad a través de acuerdos anticompetitivos y multimillonarios con empresas de telecomunicaciones, desarrolladores de navegadores web como Mozilla y otros participantes de la industria, incluyendo a Apple y Samsung.
Más buscadores web
“Este caso se refiere al futuro de Internet y a la posibilidad de que Google enfrente alguna vez una competencia significativa“, señaló Kenneth Dintzer, representante del DOJ. La empresa argumenta que los usuarios tienen total libertad para elegir qué motor de búsqueda utilizar.
Sin embargo, es común que, en la mayoría de los dispositivos, incluso en aquellos de Apple y Samsung, sus principales competidores, aparezca Google como la opción predeterminada.
Por otro lado, una de las consecuencias del juicio entre Estados Unidos y Google sería la diversificación de las opciones para buscar en la web que, aunque ya existen, en muchos casos quedan eclipsadas por el gigante G.
Big tech en alerta
El megajuicio trae consigo reminiscencias en la industria, especialmente en relación con el caso emblemático del gobierno estadounidense contra Microsoft en 1998, cuando se le acusó de ejercer un dominio anticompetitivo en el mercado de las computadoras personales.
A pesar de las diferencias y los casi 30 años que separan ambos casos, la reciente acción del Departamento de Justicia pone en alerta a las grandes empresas tecnológicas.
En este contexto, la compañía responsable de Windows vuelve a ser objeto de escrutinio, no solo por su sistema operativo para PC, sino también por Bing, su motor de búsqueda que podría ganar relevancia en caso de que su competidor se vea obligado a hacer cambios.
Modificación en las reglas de juego y menos dinero para repartir
El juicio a Google tiene como objetivo principal modificar las prácticas que han regido en el mundo de las búsquedas web hasta ahora. Es importante recordar que este es un área de negocio crucial para la empresa californiana, ya que es la base de sus anuncios publicitarios y una de sus fuentes de ingresos más importantes.
Asimismo, afectará también a los competidores de Google que han estado colaborando con ellos. Como mencionamos anteriormente, Alphabet tiene acuerdos millonarios para que su motor de búsqueda sea el predeterminado en muchos sistemas y dispositivos.
Si el Departamento de Justicia de los Estados Unidos impide esta práctica, también se verán afectados estos contratos.
Mientras tanto, queda por ver qué medidas deberá tomar el gigante de Internet, que se verá obligado a celebrar su vigésimo quinto aniversario en los Tribunales de Washington.