El Lobo Terrible, un cánido desaparecido hace varios milenios fue desextinguido por una compañía de biotecnología e ingeniería genética.

Un logro científico sin igual fue noticia global este lunes después de que la compañía de biotecnología Colossal Biosciences confirmara que lograron “desextinguir” al Lobo Terrible, un cánido que desapareció del planeta hace unos 12500 años.
La empresa de ingeniería genética partió de la reconstrucción del génoma del Canis Dirus y lo completaron con células editadas de lobo gris para “completar el rompecabezas”. Así, después de varios meses de trabajo en secreto, varias perras comunes gustaron en sus vientres a Rómulo, Remo y Khaleesi, los tres lobos terribles que “volvieron a la vida” la especie desaparecida.
Colossal Biosciences no reveló dónde se encuentran los ejemplares y tampoco dieron mayores detalles sobre los procedimientos empleados. Asimismo, por el momento no se publicaron estudios científicos que respalden el experimento, un requisito fundamental en estos asuntos.
No se sabe a ciencia cierta cuán fieles son los pequeños lobos respecto a los extintos hace milenios. No obstante, el grupo de científico extrajo ADN de un diente de lobo terrible de hace 13.000 años y un cráneo de hace 72.000 años.
Luego identificaron 20 diferencias sustanciales en 14 genes responsables de características distintivas del cánido, como su mayor tamaño, (un 20% mayor que los lobos grises), pelaje blanco, cabeza más ancha, dientes más grandes, hombros más fuertes y patas más musculosas.
#NOTICIA: Los científicos han recuperado lobos terribles usando ADN antiguo, más de 10.000 años después de su extinción.
— Informa Cosmos (@InformaCosmos) April 7, 2025
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Cómo llegaron a este logro
El objetivo de la compañía de George Church, es “desextinguir” al mamut, al tigre de Tasmania y otras especies usando para ello los vientres de animales actuales. Además, la técnica CRISPR, que revivió a los Lobos Terribles, podría utilizarse para conservar especies en peligro de extinción.
La técnica CRISPR
Con este método, los científicos extrajeron células madre de la sangre de un lobo gris. Luego editaron el genoma de estas células para modificar 14 genes. Posteriormente introdujeron el núcleo de esas células editadas en óvulos vaciados de su contenido genético y los dejaron crecer en el laboratorio hasta obtener 45 embriones. Estos embriones se implantaron en dos perras, que gestaron los tres lobitos nacidos en octubre de 2024.
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