Las Yungas es un destino perfecto para los apasionados de la naturaleza. Allí se pueden practicar actividades como rafting, ciclismo o recorrer senderos de diferentes niveles de dificultad.
Para los viajeros que buscan un destino singular y lleno de encanto, hay una opción poco conocida que cautiva a todos los que la eligen para una escapada. Se trata de las magníficas Yungas de Jujuy se presentan como un verdadero tesoro natural, caracterizado por su exuberante vegetación e impresionantes montañas y ríos que atraviesan el paisaje.
Las Yungas son perfectas para ser visitadas durante todo el año, ubicándose en el lado oriental de los Andes. Este lugar ofrece una gran variedad de actividades para toda la familia en un entorno espectacular, donde se encuentra una de las mayores biodiversidades del país.
Para quienes prefieren actividades más tranquilas o paseos sin complicaciones, lo mejor es aventurarse en caminatas por los senderos que se deslizan entre la selva. Así, se podrá observar y capturar en fotos la rica fauna y flora del lugar. Las aves, especialmente, son un verdadero espectáculo; se pueden avistar tucanes, colibríes y loros de diversas especies nativas.
Por supuesto, las Yungas también son un destino ideal para los más intrépidos, quienes pueden disfrutar de rafting en los rápidos del río San Francisco o recorrer en bicicleta senderos desafiantes. Otra alternativa son las cabalgatas, que permiten adentrarse en la selva y apreciar una perspectiva excepcional.
La impresionante fauna de las Yungas
Esta región del este de Jujuy posee una riqueza natural sorprendente, y sus visitantes, acompañados por guías locales, tienen la oportunidad de observar animales como mamíferos, aves, reptiles y anfibios.
Vale destacar que es fundamental contar con la compañía de un guía experimentado para adentrarse en la selva, porque puede haber animales potencialmente peligrosos. Asimismo, hay otros riesgos que pueden surgir en cualquier momento de la aventura: ríos con corrientes fuertes, terrenos fangosos y vegetación espinosa.
Pero este destino jujeño no son solo naturaleza, también se trata de un lugar lleno de historia y cultura ancestral. Los pueblos de San Francisco y Valle Grande mantienen vivas tradiciones que se reflejan en sus festividades, artesanías y gastronomía. Los visitantes pueden deleitarse con platos típicos como locro, empanadas y un asado adobado con ingredientes locales.
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