El reconocido director de cine realizó expediciones marítimas en el océano muchas veces para hacer películas y documentales.
Para poder llevar adelante la impresionante producción de la emblemática película de 1997 “Titanic”, su director, James Cameron, debió sumergirse en las grandes profundidades del océano y vivió en carne propia el mismo peligro que los tripulantes del sumergible “Titan” que murieron en la expedición de estos últimos días.
En una entrevista brindada en 2009, durante la promoción de “Avatar”, el realizador contó la razón que lo llevó a hacer la película protagonizada por Leonardo DiCaprio y Kate Winslet.
“Hice Titanic porque quería bucear hasta el naufragio, no porque quisiera hacer la película en particular. El Titanic era el Monte Everest de los naufragios y, como buzo, quería hacerlo bien”, contó sin rodeos. De acuerdo al sitio de la National Geographic, cadena con la que produjo varios documentales, Cameron se zambulló en el mar 72 veces en sumergibles, de las que 33 fueron directo a los restos del Titanic.
“Cada vez que promocionamos uno de nuestros documentales, enfatizamos el riesgo de que estamos entrando en un territorio inexplorado, haciendo cosas que pocos hicieron. Aunque es bastante seguro, puede ser bastante doloroso cuando sucede algo inesperado”, advirtió.
Es que al ser el buceo otra de sus grandes pasiones, James Cameron vivió en una oportunidad una experiencia que lo puso en un gran peligro. En una de las expediciones quedó atrapado en una corriente marina durante 19 horas a kilómetros de la superficie. “Un movimiento de agua lo atrapó a él y al equipo en contra de la popa del Titanic y estuvieron allí por 19 horas hasta que el agua se desviara porque no podían salir”, relató un miembro del equipo de producción a bordo del sumergible.
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