Conocido como el Viejo Expreso Patagónico, se trata de mucho más que un simple tren. Es un viaje a través de la historia, un paseo por los paisajes patagónicos y una experiencia que transporta a los pasajeros a tiempos remotos.
Con más de cien años de historia, este tren de trocha angosta es un patrimonio cultural e histórico de Argentina. Cada viaje es una oportunidad para sumergirse en la inmensidad de los paisajes patagónicos y conocer la historia de los pueblos que habitaron y habitan esos parajes lejanos.
Sobre el trayecto y la historia
Comienza en Esquel y se traslada hasta Nahuel Pan (Chubut) ofrece un paseo de tres horas ida y vuelta. Allí los pasajeros pueden disfrutar de la decoración de principios del siglo XX en sus seis vagones y el coche bar. El silbato suena, el humo se eleva y La Trochita comienza su viaje, llevando a los pasajeros a través de la vegetación desértica, las montañas y la estepa. Además, durante el recorrido los guías brindan detalles sobre este singular medio de transporte y la historia que lo rodea.
La Trochita, con sus salamandras en todos los vagones y categorías de primera y segunda clase, es una reliquia única en el mundo. Vale destacar que antes de dedicarse exclusivamente al turismo, transportaba carga y pasajeros, conectando Esquel con Ingeniero Jacobacci. Actualmente el recorrido culmina en la estación Nahuel Pan, donde los pasajeros tienen la oportunidad de explorar puestos de comida, ferias artesanales y el Museo de Culturas Originarias.
Con una capacidad de 190 personas, La Trochita ofrece un recorrido amable para todas las edades, incluso permitiendo viajar con mascotas. Ya sea desde Esquel o desde El Maitén, este viaje en el tiempo a través de la Patagonia es una experiencia única que deja a los pasajeros alegres y distendidos al regresar a su punto de partida.
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