Warner Bros. Pictures apuesta a la secuela del superhéroe marino pese a su torpe historial de regrabaciones y fallidas funciones de prueba.
Aunque aún faltan varios meses para el estreno de “Aquaman and the Lost Kingdom” en los cines, las cosas parecen complicadas para la película protagonizada por Jason Momoa. Lo primero es que no se sabe cómo se ubicará el filme en el nuevo canon que se está reconstruyendo para el universo extendido de películas de DC, ya que fue realizada casi en su totalidad cuando los antiguos popes presidían la compañía.
Además, las primeras proyecciones de prueba dieron pésimos resultados, las críticas de los asistentes fueron lapidarias y la cinta atravesó por tres sesiones de regrabaciones para poder llegar a su debut en diciembre, luego del fracaso de “The Flash” y la incertidumbre alrededor de “Blue Beetle”, otro proyecto concebido antes de la llegada de James Gunn y Peter Safran.
El portal The Hollywood Reporter informó que Gunn habría participado en la última edición del largometraje y, tras un corto rodaje de cinco días, tanto él como el director James Wan están conformes con los cambios que han añadido al metraje final.
Por otro lado, Gunn y Safran, co-CEOs de DC Studios, decidieron finalmente retirar el cameo de Ben Affleck como Batman para no generar falsas expectativas sobre una franquicia con personajes que no van a continuar. Cabe destacar que esa escena fue agregada en un principio para reemplazar una con Michael Keaton (el Batman que aparece en “The Flash”), que era parte de la versión inicial de la película.
Según el citado medio, los cambios están dando buenos resultados y pretenden que el filme consiga tener mejores dividendos que los estrenos de DC de este año.
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