En un ejercicio de defensa aérea sin precedentes, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) realizará las mayores maniobras aéreas de su historia, con el objetivo de impresionar a sus aliados y posibles adversarios, como Rusia.
El ejercicio Defensor Aéreo 23, que comenzará la semana que viene, incluirá 10.000 participantes y 250 aeronaves de 25 países que responderán a un ataque simulado a un país miembro de la OTAN.
Además, Estados Unidos enviará 2.000 efectivos de la Guardia Nacional Aérea y unas 100 aeronaves para las maniobras de instrucción. La embajadora estadounidense ante Alemania, Amy Gutmann, afirmó que el ejercicio impresionaría a cualquiera que lo vea y demostraría la agilidad y rapidez de la fuerza aliada de la OTAN en respuesta urgente.
En referencia a Rusia y su presidente, Vladimir Putin, Gutmann dijo: “Me sorprendería mucho si algún líder internacional no tomara nota de lo que esto demuestra en cuanto al espíritu de esta alianza, que supone la fuerza de esta alianza”.
El Teniente General Ingo Gerhartz, de la fuerza aérea alemana, que coordina el ejercicio, afirmó: “Estamos demostrando que el territorio de la OTAN es nuestra línea roja, que estamos preparados para defender cada centímetro de este territorio”. Sin embargo, Gerhartz agregó que el ejercicio pretende ser defensivo y no realizará vuelos hacia Kaliningrado, un exclave ruso situado en el mar Báltico, entre Polonia y Lituania.
El Teniente General Michael A. Loh, director de la Guardia Nacional Aérea de Estados Unidos, dijo que el ejercicio va más allá de la disuasión y se centra en la preparación y coordinación de las fuerzas de la OTAN, tanto dentro de la alianza como con otros aliados y socios fuera de la OTAN. Loh mencionó que el ejercicio también será una oportunidad para que los aviadores estadounidenses más jóvenes, que han adquirido experiencia principalmente sirviendo en Oriente Medio, establezcan relaciones con aliados en Europa y se preparen para un escenario militar diferente.
Aunque las autoridades han declarado que el simulacro causará algunas perturbaciones en los vuelos civiles en Europa durante ese periodo, el ejercicio es una demostración de la capacidad de la OTAN para responder a un ataque y coordinar sus esfuerzos con sus aliados y socios.
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