La Organización Mundial de la Salud afirma que los edulcorantes artificiales no son efectivos para bajar de peso y recomienda “reducir por completo” su uso.
Aunque los edulcorantes artificiales son una opción común para endulzar los alimentos sin añadir calorías, diversos estudios han demostrado que pueden tener efectos negativos sobre el organismo.
Por ejemplo, un estudio presentado en la conferencia Experimental Biology 2022 de la American Society for Biochemistry and Molecular Biology encontró que algunos edulcorantes pueden inhibir seriamente la eliminación de toxinas en el hígado, dificultando su labor de metabolizar y procesar sustancias con diversos grados de toxicidad, incluyendo medicamentos, que pueden acumularse en el cuerpo y alcanzar concentraciones dañinas.
Aunque los edulcorantes artificiales pueden ser una opción para las personas con diabetes que tienen problemas para regular los niveles de glucosa en sangre, la Organización Mundial de la Salud recomienda “reducir por completo” su uso. En su lugar, se pueden utilizar alternativas naturales, como la stevia o el xilitol, que no tienen efectos negativos sobre el organismo.
En lugar de utilizar edulcorantes artificiales, otra opción para endulzar los alimentos puede ser el cacao en polvo no procesado. El consumo de cacao favorece la saciedad y tomarlo en el desayuno activa el metabolismo, lo que ayuda a metabolizar mejor los azúcares simples a primeras horas del día.
Es significativo considerar que la alimentación en los países desarrollados suele ser rica en alimentos hipercalóricos, grasas trans y saturadas, azúcar y sal, y cada vez más personas siguen una dieta pobre en fruta, verdura y cereales integrales. Esto puede tener efectos negativos sobre la salud, como reducir la inmunidad del organismo, aumentar la vulnerabilidad frente a enfermedades no transmisibles como la diabetes, las cardiopatías, el ACV o el cáncer, alterar el desarrollo físico y mental y reducir la productividad del individuo.
Otros factores a considerar
Referido al consumo de proteínas, la Organización Mundial de la Salud recomienda consumir al menos 0,8 gramos de proteína por kilogramo de peso corporal al día, aunque esta cantidad puede variar en función de la edad, el género y el nivel de actividad física. Otras fuentes sugieren que el consumo de proteínas puede ser mayor, entre 1 y 1,6 gramos por kilogramo de peso corporal al día, dependiendo del nivel de actividad física y la edad. Es importante tener en cuenta que el consumo de proteínas suele ser mayor de lo recomendado, lo que puede tener efectos negativos sobre la salud.
Con relación al consumo de sal, la OMS recomienda consumir menos de 5 gramos de sal al día (aproximadamente una cucharadita) y elegir su versión yodada, lo que ayudará a prevenir la hipertensión y a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas y ACV en adultos. Para conseguir reducir el consumo de sal, es recomendable no añadir sal, salsa de soja o de pescado al preparar los alimentos y elegir productos con menor contenido en sodio.
Acerca del consumo de lácteos, es considerable tener en cuenta que la caseína de la leche y el queso animal pueden ser adictivos y se trata del carcinógeno más potente identificado nunca. Por lo tanto, se recomienda que, si alguien quiere consumir lácteos, estos sean de origen vegetal. Sin embargo, es importante tener en cuenta que no hay estudios concluyentes que relacionen el consumo de la caseína de la leche con el desarrollo de cáncer.
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