China anunció que su nave experimental reutilizable, cuyo desarrollo es ultrasecreto, regresó con éxito a la Tierra tras pasar 276 días en el espacio.
La nave autónoma aterrizó en el Centro de Lanzamiento de Satélites de Jiuquan, en el noroeste de China. La prueba supone un “importante” avance en la investigación china de la tecnología de naves espaciales reutilizables, que proporcionará una forma más cómoda y barata de montar futuras misiones espaciales. Aunque se desconoce para qué se ha utilizado y qué planes tienen las autoridades asiáticas para su futuro.
La nave espacial experimental china se comparó con el X-37B de la Fuerza Aérea estadounidense, un avión espacial autónomo que puede permanecer en órbita durante años. La nave china completó así una misión histórica para probar las tecnologías espaciales reutilizables del país. La prueba supone un “importante” avance en la investigación china de la tecnología de naves espaciales reutilizables, que proporcionará una forma más cómoda y barata de montar futuras misiones espaciales.
La misma despegó desde el desierto de Gobi el pasado 4 de agosto, a bordo de un cohete Long March 2F. La nave entró en una órbita inicial de 346 por 593 kilómetros, con una inclinación de 50 grados, y posteriormente la circularizó a 597 por 608 kilómetros. Según los datos de seguimiento de la Fuerza Espacial estadounidense, la aeronave liberó un objeto en órbita, un pequeño satélite que operó cerca del avión espacial y que, presumiblemente, se encargó de registrar datos adicionales de la misión.
Las autoridades del gigante asiático consideran que este experimento de casi 300 días en órbita es un gran avance para sus investigaciones vinculadas con tecnologías especiales reutilizables. Las mismas “proporcionarán métodos de ida y vuelta más convenientes y asequibles para el uso pacífico del espacio en el futuro”, publicó Xinhua.
Aunque se sabe poco y nada del vuelo, todo apunta a que las autoridades del gigante asiático están más que conformes con los avances de este desarrollo. De hecho, en 2022 el proyecto recibió un incremento en su financiamiento por parte de la Fundación Nacional de Ciencias Naturales de China.
En cuanto a la comparación con el X-37B de la Fuerza Aérea estadounidense, se especula con que el avión espacial chino tiene objetivos similares, como el reconocimiento de satélites, la recopilación de información y la realización de experimentos científicos.
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