Luego de las dos tragedias ocurridas la semana pasada en Jockey y Saladillo, intensifican los trabajos en piscinas que visitan cerca de 15 mil personas.
Las tragedias que tuvieron a dos niños como víctimas la semana pasada en dos clubes de Rosario generaron alerta en el municipio. En tal sentido, se dispuso intensificar las tareas de prevención en las nueve piletas públicas. Allí tienen lugar colonias a las que concurren cerca de 15 mil personas. Mismo caso que las del Parque Alem, visitadas por unas 2.500 rosarinos por día durante los fines de semana.
Equipos de la Secretaría de Control realizan tareas técnicas, eléctricas y de bromatología sobre la calidad de agua. A esas revisiones periódicas y permanentes que realizan guardavidas y personal de apoyo se sumó la planificación e implementación de medidas complementarias.
Esto se debe a los dos episodios fatales que golpearon a la ciudad. El pasado martes, un niño de diez años perdió la vida tras permanecer ahogado más de ocho minutos en una pileta del Jockey Club. Tres días después, el viernes, un chico de doce perdió la vida tras hundirse en el agua en el Club Saladillo.
Sobre los controles
Ambos hechos dispararon las alarmas en la Municipalidad. Entre octubre y noviembre, a todas las instalaciones le realizaron las correspondientes inspecciones, antes de que se inaugurara la temporada. Vale destacar que los chequeos se repiten y vuelven a ser certificados a lo largo del verano.
En este marco, desde el municipio destacaron que es algo que toman “con seriedad debido al volumen de gente”. “Hay una mirada de los profesionales intervinientes sensible al tema en estos momentos, pero se trabaja muy fuerte todos los años en los protocolos correspondientes”, comunicaron. Patricio Alday, gerente de Costanera Rosario, por su parte, dialogó con un medio local y comentó que “vamos a hacer un refuerzo considerando lo que pasó para difundir el tema en sí”.
Piletas del Parque Alem
Uno de los lugares para los que se pensó el refuerzo es el complejo de piletas del Parque Alem. Si bien el lugar cuenta con resguardos, la intención es intensificarlos. En las piletas trabaja la cantidad de guardavidas que prevé la normativa vigente. Esto es, dos por cada pileta de cincuenta metros y uno para cada una de las de veinticinco.
A través de un convenio con Defensa Civil, cada año realizan capacitaciones de RCP y primeros auxilios. Asimismo, hay carteles en las entradas, de ambos lados de las escaleras de ingreso que informan el reglamento. Cuenta con un puesto médico de emergencias todo el día, de 9 a 20, equipado con un desfibrilador. Además, en los horarios pico de los fines de semana se hace un presente un médico.