La casa madre del fútbol global estableció las normas y criterios para el Mundial de Clubes que se disputará en un nuevo formato el año próximo.
En un contexto marcado por la controversia en Europa sobre el nuevo formato del Mundial de Clubes de la FIFA, y la amenaza de huelga de los futbolistas debido al exceso de compromisos, la organización ha revelado este martes detalles clave sobre la próxima edición del torneo, programada para celebrarse entre el 15 de junio y el 13 de julio de 2025.
El certamen, que contará con la participación de 32 equipos, incluidos Boca Juniors y River Plate, estará dividido en ocho grupos de cuatro clubes cada uno. La asignación de los equipos a estos grupos se realizará mediante un sorteo, tomando en cuenta tanto criterios deportivos como geográficos.
Los dos mejores equipos de cada grupo avanzarán a los octavos de final, y en caso de empate en puntos, el primer criterio de desempate será el enfrentamiento directo entre los equipos, seguido de la diferencia de goles y los goles a favor.
Una de las características más destacadas del torneo será el formato de eliminación directa a partir de los octavos de final. En caso de empate en el tiempo reglamentario, se procederá con una prórroga, y si la paridad persiste, el ganador se decidirá mediante los penales.
En cuanto a la inscripción de jugadores, cada club podrá registrar hasta 35 futbolistas, aunque solo 26 podrán estar disponibles para cada partido. Además, la FIFA ha establecido una regla que prohíbe la participación de clubes que pertenezcan a una misma persona o entidad, con el objetivo de evitar posibles conflictos de intereses.
El mercado de pases será en junio
El mercado de transferencias también tendrá su ventana específica, que se abrirá entre el 1° y el 10 de junio de 2025, permitiendo a los equipos realizar fichajes antes del inicio del torneo.
Respecto a las amonestaciones, los jugadores que acumulen dos tarjetas amarillas en la fase de grupos serán suspendidos por un encuentro. Sin embargo, el recuento de amonestaciones se reiniciará antes de los cuartos de final, garantizando que ningún futbolista se pierda la final debido a un exceso de tarjetas.
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