La corrupción continúa siendo un desafío crítico a nivel global, según el Índice de Percepción de la Corrupción (CPI) 2023 de Transparency International.
El Índice de Percepción de la Corrupción (CPI) 2023 de Transparency International señala que más de dos tercios de los países evaluados obtuvieron puntajes por debajo de 50 sobre 100, indicando niveles significativos de corrupción.
Este problema no solo afecta la integridad de Gobiernos y organizaciones, sino que también agrava crisis económicas, políticas y sociales. A pesar de esfuerzos locales e internacionales, la falta de acción decisiva por parte de líderes ha contribuido al estancamiento o incluso al deterioro en la lucha contra la corrupción en diversas regiones del mundo. Aunque Europa Occidental y la Unión Europea aún mantienen mejores puntajes, también han experimentado una preocupante disminución en términos de integridad política y mecanismos de control, reflejando una creciente desconfianza pública.
Además de los costos económicos directos, estimados en aproximadamente 1.26 billones de dólares anuales en países en desarrollo debido a corrupción, soborno, robo y evasión fiscal, esta problemática socava instituciones democráticas y perpetúa desigualdades sociales. Las comunidades más vulnerables, con menos acceso a servicios públicos esenciales como educación y salud, son las más perjudicadas.
Sobre la norma ISO 37001
Frente a este sombrío panorama, la adopción de la norma ISO 37001 emerge como una respuesta estratégica. Implementada desde 2016, esta norma proporciona un marco sistemático para establecer sistemas de gestión anti-soborno efectivos.
No solo mejora la transparencia y la confianza dentro de las organizaciones, sino que también previene y detecta el soborno mediante políticas claras y procedimientos robustos, que incluyen controles financieros y no financieros, así como diligencia debida sobre terceros y empleados. La implementación de ISO 37001 ha demostrado ser efectiva en el sector público y privado.
Por ejemplo, el Gobierno de Singapur la utilizó para mejorar la transparencia y combatir la corrupción, mientras que en América Latina, la Municipalidad de Lima en Perú la adoptó para fortalecer su gestión y reducir los riesgos de soborno. Empresas como Petrobras en Brasil y Rolls-Royce en el Reino Unido también la han implementado con éxito para restaurar la integridad corporativa y la confianza pública tras escándalos de corrupción significativos.
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