Este lunes, un brutal ataque con misiles contra un hospital pediátrico de Kiev dejó al menos veinte muertos y más de cincuenta heridos.
El presidente ucraniano Volodimir Zelenski compartió imágenes del desastre y acusó a Rusia de ser responsable del ataque. El hospital infantil Okhmatdyt de Kiev, uno de los más importantes en Europa, quedó destrozado debido al ataque. Hay al menos veinte fallecidos y más de cincuenta heridos.
El ataque con más de cuarenta misiles afectó a varios edificios, incluyendo instalaciones públicas. Generó una situación de emergencia con los servicios de rescate buscando víctimas entre los escombros. Además, otras zonas de Kiev también fueron impactadas, con al menos siete muertos y veinticinco heridos. El ataque incluyó misiles hipersónicos Kinzhal, una de las armas rusas más avanzadas, lo que dificulta su interceptación.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) condenó firmemente los bombardeos que dejaron decenas de víctimas, calificando como inconcebible que niños mueran y resulten heridos en esta guerra. Las autoridades locales y la fuerza aérea han confirmado la magnitud del ataque, mientras que Rusia se desligó del atentado, negando su responsabilidad y acusando a Ucrania de provocaciones.
En este contexto, es importante destacar que las autoridades ucranianas han responsabilizado a Rusia del ataque, mientras que desde el Ministerio de Defensa ruso se ha negado su participación. Señalaron que las destrucciones fueron ocasionadas por la caída de un misil antiaéreo ucraniano lanzado dentro de la ciudad. Esta situación ha generado tensiones adicionales en el conflicto entre ambos países.
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