Según un informe del IARAF. La situación es crítica para quienes perciben jubilaciones mínimas y cobran bonos.
Los jubilados están sufriendo una disminución notable en el poder adquisitivo de sus haberes, incluso a pesar de los bonos y aumentos que el Gobierno nacional decidió otorgarles. Según un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), durante el mes de marzo los haberes aumentaron un 27,18%. Sin embargo, incluso con este incremento, los haberes jubilatorios finalizarán el primer trimestre de 2024 con una pérdida del 42% en su poder adquisitivo en comparación con el mismo período de 2023.
Para aquellos jubilados que perciben la jubilación mínima y reciben bonos, la pérdida es del 28% entre ambos trimestres. Esta disminución se mide suponiendo una inflación del 14,3% para marzo.
Prever un futuro
Se estima que en abril los haberes aumentarán un 12,5% de manera única, además del aumento por la inflación de febrero (13,2%). A partir de mayo, se prevé que los aumentos estén en línea con la inflación de marzo y siguientes.
En este contexto, surge la incógnita sobre el valor del bono, fijado en $70.000 para abril. Sería razonable que a partir de mayo el bono también aumente en línea con la inflación.
El impacto del bono en las jubilaciones mínimas es significativo. Por ejemplo, si se considera el caso de un jubilado con la mínima que recibe bonos, y estos se actualizan por inflación, en mayo cobraría alrededor de $238.397. Esto representa el 75% del ingreso promedio que el jubilado tuvo en 2017, cuando fue de $319.885.
Al incorporar la actualización del haber por la inflación, la jubilación dejaría de tener margen para crecer en términos reales, por lo que los ingresos quedarían congelados un 25% por debajo al del año 2017.
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