El actor estadounidense se expresó a través de sus redes sociales para referirse a su recuperación, aunque no dio detalles de la enfermedad que tuvo.
Jamie Foxx había sido hospitalizado en el mes de abril por un problema médico que jamás se reveló, por decisión de su familia. Luego de meses de especulaciones y diversas versiones, el actor rompió el silencio en sus redes sociales donde habló sobre su salud, frente al pedido de sus seguidores.
En la noche del viernes, el intérprete realizó algunos comentarios, aunque siguió en la línea de no adentrarse en lo que le ocurrió. “Sé que mucha gente estaba esperando o queriendo escuchar actualizaciones, pero para ser honesto con ustedes, simplemente no quería que me vieran así, hombre”, expresó con honestidad en su cuenta de Instagram.
El artista agregó: “Quiero que me vean riendo, divirtiéndome, de fiesta, contando un chiste, haciendo una película, un programa de televisión. No quería que me vieran con los tubos saliendo de mí y tratando de averiguar si lo lograría”.
Aunque nunca hubo certezas sobre lo que le pasó, se rumorearon distintas enfermedades ante el desconocimiento de la gravedad de su internación. Jamie Foxx también aprovechó para agradecerle a su hija y su hermana por estar junto a él, ambas fueron quienes brindaron algunas escuetas informaciones sobre su salud cuando todo era un misterio.
“No puedo decirles lo bien que se siente tener a su familia interviniendo de esa manera, y saben que lo mantuvieron hermético, no dejaron escapar nada, me protegieron y eso es lo que espero que todos puedan tener en momentos como estos”, añadió.
El protagonista de “Ray” fue visto en Chicago hace algunas semanas. Allí se sometió a tratamientos médicos en un centro especializado para pacientes con discapacidades físicas, lesiones cerebrales o de la columna vertebral.
“Como pueden ver, los ojos funcionan, los ojos funcionan bien. No estoy paralizado, pero fui al infierno y volví, y mi camino hacia la recuperación también tuvo algunos baches. Pero voy a volver y puedo trabajar”, cerró Jamie Foxx claramente conmovido.
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