El Instituto Balseiro, emblema del desarrollo científico, sufre la renuncia de 62 docentes y no hay inscriptos para los doctorados, según informó su director, Mariano Cantero.
El Instituto Balseiro, uno de los pilares del desarrollo científico en Argentina, enfrenta una crisis sin precedentes. En el último año, 62 docentes, algunos de los profesionales más capacitados del país renunciaron a sus cargos. “El patrón que se ve es que renuncian docentes de entre 40 y 45 años y estamos logrando incorporar docentes de 28 años recién doctorados. Ahí hay 15 años de pérdida de experiencia”, afirmó Mariano Cantero, director de la institución.
Los salarios docentes, de apenas 180 mil pesos para cargos simples, ya no alcanzan para cubrir las necesidades básicas, lo que impulsó a muchos a emigrar o buscar empleo en el sector privado. Este éxodo docente recuerda a la fuga de cerebros de los años noventa, y las perspectivas son aún más desalentadoras: por primera vez, el Instituto no cuenta con ningún estudiante inscripto para sus doctorados, cuando normalmente se suman entre 15 y 25 por año. “Estoy desesperado”, confesó Cantero en entrevistas recientes.
El Instituto Balseiro, que cumple 70 años en 2025, es una referencia en la formación de científicos de alto nivel. Sin embargo, su futuro es incierto en medio de un contexto económico adverso y de políticas de ajuste que afectan al sector científico. Cantero advirtió sobre el impacto de la falta de presupuesto, especialmente en una ciudad cara como Bariloche: “Las instituciones son las personas y se nos están yendo”.
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