La inclusión de personas con discapacidad sigue siendo un reto global, a pesar de los avances en su reconocimiento y derechos.
El 3 de diciembre se conmemora el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, para promover la igualdad de derechos y fomentar una sociedad inclusiva.
Aproximadamente 1300 millones de personas en todo el mundo, lo que es el 16 % de la población global, viven con alguna discapacidad. En América Latina, este número alcanza los 66 millones, un 12 % de la población regional.
La Inclusión en América Latina
A pesar de los avances en el reconocimiento de sus derechos, las personas con discapacidad enfrentan importantes desafíos en áreas como salud, educación y empleo. La OMS señala que estas desigualdades provienen de barreras físicas, sociales y económicas, como la estigmatización, la discriminación y la exclusión.
Las personas con discapacidad, además, tienen un riesgo significativamente mayor de sufrir problemas de salud, como depresión y enfermedades crónicas. Aun así, a menudo enfrentan obstáculos para acceder a atención médica adecuada debido a infraestructuras inaccesibles y costos elevados.
En Latinoamérica, se lograron avances como la rehabilitación basada en promover la autonomía de las personas con discapacidad, pero las barreras estructurales persisten. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), muchas instalaciones de salud no son físicamente accesibles, y los transportes adecuados son escasos en la región.
Los avances en la inclusión de personas con discapacidad, tanto en los marcos normativos como en las estrategias nacionales, son significativos, pero insuficientes. Aunque muchos países adoptaron planes nacionales de inclusión, las desigualdades persisten, y solo un número reducido integró estrategias de discapacidad en sus sistemas de salud.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una cobertura sanitaria universal no será posible sin una inclusión plena, donde todos sean atendidos en igualdad de condiciones. La OMS también señala que las mujeres con discapacidad enfrentan una vulnerabilidad adicional, con un mayor riesgo de sufrir violencia y abuso.
En este contexto, la OMS propone garantizar la participación de las personas en la toma de decisiones y asegurar que los sistemas de salud sean inclusivos. La inclusión de las personas con discapacidad es esencial para lograr una sociedad más equitativa.
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