Una reyerta ocurrida este martes en un cárcel de mujeres dejó a 46 fallecidas y el Gobierno atribuyó la situación a un ataque liderado por pandillas.
La cifra de muertes escaló a 46 y el Gobierno hondureño le atribuyó la tragedia a pandillas que, según entienden, actuaron en venganza por sus esfuerzos para acabar con la corrupción en las cárceles. Si bien en un principio se habló de un número menor de víctimas, el portavoz del Ministerio Público dijo que el aumento se debe a que encontraron cuerpos “carbonizados y reducidos”.
Se trata del Centro Femenino de Adaptación Social (CEFAS), ubicado aproximadamente a 20 kilómetros al norte de Tegucigalpa, la capital del país. De acuerdo a lo que explicó Miguel Martínez -el portavoz de la policía- un grupo de mujeres armadas de la pandilla Barrio 18 sometió a los custodios del penal y atacaron a miembros de la rival Mara Salvatrucha.
Medios de comunicación hondureños difundieron que, de acuerdo los testimonios de sobrevivientes, hubo un enfrentamiento con armas de fuego y blancas entre las pandilleras; además, uno de los bandos encerró a mujeres en un módulo, donde luego se registró un incendio.
Honduras tiene un historial extenso en sucesos de cárceles sobrepobladas. Entre los más recordados se encuentra el incendio que tuvo lugar en febrero de 2012, que dejó 360 muertos y que fue declarado como accidental, de acuerdo a expertos estadounidenses.
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