Homicidios a trabajadores: uno de los menores ejecutó dos de los cuatro asesinatos

Este martes se llevó a cabo la audiencia imputativa contra los acusados de los últimos asesinatos en la ciudad de Rosario que se cobraron la vida de cuatro trabajadores. Se deslizó la teoría de un complot de mafias para causas terror.

Cabecillas de células que componen el mundo narcocriminal rosarino, quedaron expuestos en el primer día de imputación.

Este martes comenzaron las imputaciones contra Macarena Solange Muñoz, Axel Uriel Rodríguez, Alejandro Isaías Núñez, Brenda Natali Pared y Gustavo Alejandro Márquez.

Se trata de los detenidos en los operativos relacionados con los crímenes de los taxistas; Héctor Figueroa y Diego Celentano, el chofer Marcos Daloia y el playero Bruno Bussanich.

Tras un inicio acelerado trascendió que el menor que gatilló contra Bruno Bussanich también habría gatillado contra Figueroa, el primer taxista asesinado.

También expusieron que estos crímenes habrían sido encargados por “Chuky” Monedita (Alejandro Isaías Núñez) desde el Pabellón 28 de la Unidad Carcelaria Nº11 en Piñero.

La pareja de este, Brenda Natali Pared, quien está cumpliendo prisión domiciliaria en una vivienda en Funes era quien reclutaba a los gatilleros, todos menores de edad.

Además contaban con la complicidad Macarena Muñoz y su pareja, quienes eran los encargados de repartir el armamento con el cual llevaban adelante los atentados.

Los encargos se deben al malestar de los reclusos por las medidas que tomaron desde el gobierno en endurecer los tratos.

Otros datos sobre los hechos

Otro dato que salió a la luz en la audiencia, fue el precio que cobraron los menores por los crímenes de los taxistas.

Según trascendió se habrían pagado 600 dólares aproximadamente, (200 por el primero y 400 por el segundo caso).

También en la audiencia los fiscales revelaron que un testigo protegido, fue quien delató el accionar de esta banda, dando a conocer que el mismo menor que terminó con la vida, de Bussanich, habría sido quien ultimó a los taxistas; Figueroa y Celentano.

Para el crimen del playero, el autor se habría tomado un UBER hasta Misiones al 2200, donde buscó el arma y el cartel con la amenaza.

El domicilio pertenece a un sujeto que cumple prisión domiciliaria y quien habría recibido directivas con una video llamada desde una cárcel federal.

El automóvil en el que llegaron para ultimar a Bussanich fue luego encontrado en a pocas cuadras en un descampado incendiado.

Del vehículo se supo que lo habrían robado en Pueyrredón al 1500 el 1º de diciembre, cuando habría empezado a gestarse este movimiento de las bandas narcos.

Los crímenes

El día después del crimen de Bussanich aparecía un trapo colgado sobre Circunvalación y Oroño, con amenazas apuntando a Pullaro y el ministro de Seguridad.

Sobre ello se supo que quien lo mandó a colgar fue Claudio “El Morocho” Mansilla, quien también está con una vasta condena alojado en el servicio penitenciario.

Sobre la amenaza contra la familia de Di María, deslizaron la participación de integrantes del Clan Cantero, como autores intelectuales.

Estos pagaron 4 millones de pesos a una pareja para que envíen la amenaza, quienes ya están con prisión preventiva.

La audiencia pasó a cuarto intermedio y continúa en los próximos días.

La Dra Álvarez le dictó a todos los imputados la prisión preventiva por el plazo de ley

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