Un sujeto de Singapur será ahorcado la próxima semana por ser complice del tráfico de marihuana. El año pasado se llevaron a cabo 11 ejecuciones, todas por delitos de drogas.
Un hombre será ejecutado por ahorcamiento en Singapur la próxima semana por su implicación en el tráfico de un kilogramo de cannabis. De acuerdo a las organizaciones de derechos humanos de la ciudad-estado del sudeste asiático, Tangaraju Suppiah de 46 años, será ejecutado el próximo miércoles. El servicio penitenciario envió un aviso a su familia y los activistas de derechos humanos lo publicaron en las redes sociales.
En 2017, Suppiah fue condenado por complicidad en el tráfico de un kilo de cannabis, el doble de la cantidad que puede llevar a la pena de muerte en Singapur. La Corte de Apelación confirmó su sentencia. Amnistía Internacional ha condenado esta decisión, tachándola de “extremadamente cruel” y de “una violación del derecho internacional”, según un portavoz de la oficina regional de la oenegé.
La activista de derechos humanos Kirsten Han ha explicado que lo que resulta especialmente preocupante en este caso es que Tangaraju “nunca tocó la droga”. Sin embargo, el juez del Tribunal Superior, Hoo Sheau Peng, sostiene que la responsabilidad del acusado se demostró “más allá de toda duda razonable”.
Las organizaciones de derechos humanos reclaman la abolición de la pena de muerte en Singapur, que tiene una de las legislaciones más severas del mundo contra las drogas y considera que la pena de muerte sigue siendo un medio eficaz de disuasión contra el tráfico. La horca se reanudó en Singapur en marzo de 2022, después de una pausa de más de dos años.
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