Los establecimientos, que eliminaron la totalidad de sus planteles de gallinas, pollos y pollitos, están en Río Negro, Neuquén y Buenos Aires.
Más de 230 mil pollos y gallinas fueron sacrificados en distintas granjas avícolas de nuestro país como consecuencia de la detección de contagios de gripe aviar.
La matanza más grande ocurrió en un establecimiento de Río Negro donde se eliminó un plantel de 200 mil pollos parrilleros. Ocurrió al día siguiente de que una granja avícola de Mar del Plata acabó con 20 mil gallinas.
El intendente de Mainqué (localidad del Alto Valle de Río Negro ubicada sobre la ruta nacional 22), Miguel Petricio, confirmó que un establecimiento ubicado allí sacrificó a la totalidad de las aves. Albergaba 10 galpones con 20 mil ejemplares cada uno. No se salvó ningún animal. La información también fue corroborada por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).
La granja de Mar del Plata, por su parte, está ubicada en el paraje La Polola, como se informó en edición de ayer. El virus apareció en las aves en la semana cuando los casos positivos confirmados por el Senasa en 10 provincias sumaban 40. De un total de 20.800 gallinas, 128 fueron sacrificadas y las restantes fallecieron por el virus.
El tercer establecimiento avícola que debió ejecutar el “despoblamiento sanitario” se asienta en Senillosa, localidad de la provincia de Neuquén distante a unos 30 kilómetros de la capital provincial. Unas 10 mil aves fueron sacrificadas después de un caso positivo detectado en la semana.
El gobierno de Neuquén anunció que pagará al establecimiento por todas las aves muertas.
Según se supo, había poco más de 7 mil gallinas ponedoras y dos mil pollitos, alojadas todas las aves a lo largo de cuatro galpones.
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