La automotriz General Motors paralizó por tercera vez en pocos meses la producción en su planta de Alvear debido a la drástica disminución de las ventas en el mercado interno. Esta medida se suma a la apertura de una instancia de retiros voluntarios para sus empleados.
La planta de General Motors en Alvear, donde laboran 1.200 empleados, volverá a detener su actividad esta semana, según anunció la empresa. Este cese de actividades se produce en medio de una marcada caída en las ventas del sector, impulsada por la constante pérdida de poder adquisitivo de los ingresos en Argentina.
Este no es el primer parate que sufre la planta en los últimos meses. Ya había experimentado interrupciones a finales del año pasado y recientemente a principios de este mes, todas relacionadas con el declive de la demanda y la producción. General Motors informó que entre el lunes 22 y el viernes 26 de abril se realizará la suspensión de las operaciones.
El impacto económico de la situación se refleja también en las decisiones de otras empresas del sector. Toyota, por ejemplo, inició retiros voluntarios para 400 de sus 8.500 empleados, mientras que en la planta de Renault en Córdoba decidieron no renovar contrato a 270 trabajadores, representando el 15% de la fuerza laboral del establecimiento.
La planta de General Motors en Alvear, ubicada a unos 25 kilómetros de Rosario, es responsable de la fabricación del modelo Chevrolet Tracker. Estas interrupciones en la producción confirman el impacto que el contexto económico, influenciado por el modelo económico de Javier Milei, está teniendo en el sector automotriz y en la economía regional.
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