Desde este lunes en Aviñón, Francia, comenzó el juicio contra cincuenta y un hombres, acusados de violar a una mujer, quien fue drogada por su esposo durante casi una década.
A principio de semana comenzó en la ciudad de Aviñón, Francia, el juicio contra cincuenta y un hombres, acusados de violar a una mujer. El principal acusado es Dominique Pelicot, el esposo de la víctima y padre de sus tres hijos. Se le imputa haber utilizado somníferos para incapacitar a su pareja, permitiendo que decenas de hombres abusaran de ella en su propia casa.
Pelicot no solo organizaba estos encuentros, sino que también los grababa, creando un registro escalofriante de los abusos que perpetraba.
Los cincuenta y un hombres acusados en el caso son de diversas profesiones y edades. Este amplio espectro de perfiles generó un debate sobre la normalización de la violencia sexual y el uso de drogas para facilitar estos delitos.
Algunos de los acusados intentaron justificar sus acciones, alegando que creían que la mujer había consentido o que contaban con el permiso de su esposo. Sin embargo, la evidencia recopilada, que incluye fotografías y videos, sugiere lo contrario. La mayoría de los imputados enfrentan cargos por haber violado a la mujer en al menos una ocasión, aunque hay quienes están acusados de haberlo hecho hasta seis veces.
La mujer, quien sufría síntomas de pérdida de memoria y otros problemas de salud, no tenía conocimiento de lo que sucedía. Sus familiares inicialmente atribuían sus problemas a un posible Alzheimer, sin imaginar la verdad detrás de su sufrimiento. Fue solo cuando la policía la contactó para mostrarle las pruebas que se reveló la magnitud del horror que había vivido.
Cincuenta y un hombres acusados de violar a una mujer: el llamado a la conciencia de la hija de la víctima
Este caso llevó a la hija de la víctima a escribir un libro titulado “Y dejé de llamarte papá”, donde comparte su experiencia y el dolor que le ha causado esta situación. Además, fundó una organización llamada “No me pongas a dormir”, con el objetivo de crear conciencia sobre los peligros de los delitos facilitados por drogas.
En tanto, el juicio no solo busca justicia para la víctima, sino que también plantea preguntas cruciales sobre la cultura de la violencia sexual y la responsabilidad de quienes participan en estos actos. La sociedad francesa observa atentamente, esperando que este caso sirva como un punto de inflexión en la lucha contra la violencia de género.
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