Después del asesinato del docente a manos de un ruso que reivindicaba el islam, el país transita días de incertidumbre.
El Gobierno francés busca fortalecer medidas de seguridad para combatir el terrorismo dentro del país. El ministro del Interior Gérarld Darmanin anunció que preparan una nueva ley de inmigración que permitirá perseguir a migrantes con antecedentes.
Esta respuesta del Ejecutivo surge como resultado de las críticas de la oposición tras el mencionado asesinato en la escuela, perpetrado por un supuesto criminal ruso originario del Cáucaso.
Después de una reunión de gabinete de crisis sobre el terrorismo, autorizaron la expulsión de Mohammed Mogouchkov, el responsable del ataque en la escuela de la ciudad de Arras. Darmanin señaló que Mogouchkov había sido investigado previamente por violencia contra su madre, lo cual, según la nueva ley que se pretende aprobar en el Parlamento, justificaría su expulsión del país. El presidente Emmanuel Macron, quien lideró la reunión, exigió que se acelere la expulsión de todos los extranjeros radicalizados.
Además de estas medidas, se reforzó la seguridad en las escuelas y se han desplegado 7.000 agentes adicionales en todo el territorio para combatir el terrorismo. Las escuelas han retomado las clases con una jornada de concienciación y se ha rendido homenaje al profesor asesinado, así como a Samuel Paty, otro docente que fue degollado hace tres años por un inmigrante checheno.
Sobre el asesinato del docente
La justicia continúa investigando el asesinato del profesor y la relación del ruso con personas de su entorno, especialmente con su hermano Movsar, quien se encuentra en prisión por un proyecto de terrorismo. También se ha descubierto que Mogouchkov mantuvo una conversación con otro detenido, quien está encarcelado desde 2012 por proxenetismo y por sus declaraciones a favor de la “yihad”.
Darmanin precisó que ninguno de los dos puede ser expulsado debido a su situación de arresto, pero aseguró que se tomarán las medidas necesarias para su expulsión una vez que cumplan sus penas.
El ataque de Hamás contra Israel, que tuvo lugar seis días antes del mencionado asesinato, generó temores en Francia de posibles repercusiones en su propio territorio. Como resultado, se han registrado amenazas de bomba que han llevado al cierre de escuelas y lugares emblemáticos como el Museo de Louvre o el Palacio de Versalles.
En respuesta a estos acontecimientos, las fuerzas del orden han detenido a 102 personas por sospechas de antisemitismo o apología del terrorismo desde el ataque de Hamas. 27 eran extranjeros. Frente a las críticas de inacción contra los extranjeros en situación irregular que están en libertad a pesar de haber sido fichados por los servicios secretos, el ministro aseguró que son menos de 200 y que se analizará su situación en una reunión con los prefectos de diferentes lugares para acelerar su expulsión.