El sector público debería tener un déficit primario de $2,3 billones al finalizar septiembre. Estimaciones privadas aseguran que el paquete de medidas suma $2,4 billones y agregará un 0,8% al déficit.
Los legisladores están debatiendo en el Congreso la distribución federal de dos impuestos. Esta semana marca la primera fecha de corte relevante del acuerdo renegociado durante cuatro meses con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Según la hoja de ruta pactada hasta fin de año entre el Ministerio de Economía y el FMI, el sector público deberá mostrar que limitó el déficit primario -el que excluye los intereses de la deuda- a alrededor de $2,3 billones al 30 de septiembre. A pesar de la falta de un mes completo de información, ese límite de $2,33 billones estuvo cerca de ser alcanzado en los primeros ocho meses del año, según la Secretaría de Hacienda.
Las nuevas medidas y sus efectos
Las medidas anunciadas tras las elecciones primarias pondrán presión a este esquema de límites consensuado con el FMI, especialmente en términos de déficit. Sin embargo, existen algunas herramientas o posibilidades para alcanzar la meta, como que el déficit de base caja (lo efectivamente pagado) no crezca lo suficiente como para sobrepasarla, o el aumento de la deuda flotante (es decir, gasto devengado o comprometido pero no aún efectivizado).
Las erogaciones cayeron 8,4% en términos reales en agosto, mientras que los ingresos mejoraron en 5,3%, según la consultora PxQ. El gasto primario acumuló una caída del 5,2% anual durante los primeros 8 meses del año.
¿Dónde se realizó el recorte?
El recorte en los subsidios energéticos (-23% real anual) fue el principal impulsor de la caída real del gasto (34% de la caída). La disminución en las jubilaciones (-4,6% real anual) explicó un 16% y las menores asignaciones familiares (-31% real anual) otro 10% de la caída del gasto primario. Por el contrario, la partida de Otros programas sociales (donde se incluye Progresar, Argentina trabaja y otros) creció un 20% real respecto a un año atrás, según la consultora LCG.
La cuenta desde las PASO
Las medidas anunciadas tras las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) en Argentina, tendrán un impacto significativo en las finanzas públicas.
Según la consultora Equilibra, se gastarán $2,4 billones adicionales (1,3% del PBI) solo en lo que resta de 2023 debido a estos anuncios. De esta cantidad, $1,5 billones (0,8% del PBI) se contarán como erogaciones, incrementando el déficit primario del gobierno nacional.
Las dos medidas con mayor impacto en las cuentas públicas serán el cambio en Ganancias, que representará un 0,19% del PBI, y la devolución del 21% por compras con tarjeta de débito, que representará un 0,25% del PBI.
Otras medidas incluyen el pago de una suma fija para empleados privados (el Estado se hará cargo de una parte en el caso de empresas pequeñas), que representa un 0,1% del PBI, y un bono de refuerzo para las jubilaciones, que también representa un 0,1% del PBI.
Estas medidas, sumadas al déficit acumulado, dejan un margen de $83.700 millones para cumplir con la meta acordada con el FMI para el tercer trimestre, según la consultora Invecq. Sin embargo, consideran que será “difícil de cumplir” ya que parte del gasto de las medidas anunciadas desde las PASO “comenzará a verse reflejado -en parte- durante septiembre”.
Redacción: RLC Noticias
