Desde la cárcel, Marcela Acuña, una de las principales sospechosas en el caso del femicidio de Cecilia, envió una carta en la que se deslinda de cualquier responsabilidad en el crimen y acusa a su propio hijo.
En la misiva, Acuña denuncia que tanto ella como su esposo están detenidos injustamente, ya que no existen pruebas que los incriminen. Además, repudia el presunto femicidio de Cecilia, al tiempo que critica al “partido judicial y a los radicales” por lo que considera una causa armada en su contra.
“Es inadmisible que, sin pruebas contundentes, nos mantengan encerrados y nos exhiban como delincuentes. La carátula de la causa carece de sustento probatorio y solo se basa en supuestos”, expresó la suegra de la víctima.
En un giro sorprendente, la dirigente política acusó directamente a su hijo por el crimen, planteando interrogantes sobre por qué se les inculpa a ella y a su esposo si el responsable sería César. Acuña mencionó la existencia de una “grieta” en la sociedad y la implicación de su familia en un proyecto político de corte nacional y popular como posibles motivos detrás de su situación.
“Hemos luchado por la dignidad junto a un proyecto político que ha beneficiado no solo a nosotros, sino a cientos de dirigentes comprometidos con la autogestión”, afirmó.
La carta también hizo mención a la Justicia, alegando que esta ha encontrado una oportunidad para atacar a Emerenciano Sena y a su figura política, Jorge Capitanich, aprovechando un escenario electoral donde los grandes medios de comunicación y los grupos económicos ejercen influencia. Acuña denunció el papel del periodismo sensacionalista y las redes de difamación en su situación actual.
El caso continúa siendo investigado por las autoridades, mientras que los implicados insisten en su inocencia y exigen la concesión de arresto domiciliario.
