La mayor parte de los reclusos indultados (790) proceden de prisiones de la provincia de Harare, donde está la capital.
El presidente de Zimbabwe, Emmerson Mnangagwa, ordenó la liberación de 4.270 presos para descongestionar las cárceles del país. La mayoría de los reclusos indultados proceden de prisiones de la provincia de Harare, donde está la capital.
La decisión de Mnangagwa se produce en un momento en que las cárceles de Zimbabwe se encuentran en una situación crítica debido a la superpoblación y las malas condiciones de vida de los presos.
Según las autoridades, algunas prisiones tienen una ocupación del 200% de su capacidad.
El indulto de los presos se llevó a cabo mediante una orden presidencial, y se espera que tenga un impacto positivo en la situación carcelaria del país.
Sin embargo, algunos críticos han señalado que la medida podría suponer un riesgo para la seguridad ciudadana, ya que se desconoce la gravedad de los delitos cometidos por los presos indultados.
El gobierno de Zimbabwe ha asegurado que ha llevado a cabo una revisión exhaustiva de los casos de los presos indultados, y que solo se ha liberado a aquellos que han cumplido una parte significativa de su condena y que no representan un peligro para la sociedad.
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