Un informe alerta sobre el deterioro del presupuesto en ciencia y tecnología, con una ejecución que cayó más de la mitad en términos reales respecto del año pasado.
El recorte en la inversión pública golpea con fuerza al sistema de ciencia y tecnología. Según un reciente informe del Grupo EPC del Centro Iberoamericano de Investigación en Ciencia, Tecnología e Innovación (Ciicti), la ejecución presupuestaria en julio mostró un desplome del 51,6% en términos reales respecto al mismo mes de 2023. Este dato expone la profundidad del ajuste fiscal aplicado por el gobierno.
El informe, titulado “Indicadores Macroeconómicos de Contexto CyT”, detalla que la caída acumulada en los primeros siete meses del año es del 34,5% en términos reales, con perspectivas negativas para lo que resta del año. De hecho, se espera que el segundo semestre sea aún más adverso, superando la baja promedio del primer tramo de 2024, que fue del 30,4%.
Ajuste del presupuesto en ciencia
El ajuste no solo es significativo en comparación con 2023, sino también si se lo contrasta con el conjunto del presupuesto nacional, cuya ejecución en julio cayó un 34,2% en términos reales. Esta situación afecta directamente a salarios, programas, infraestructura y equipamiento en el sistema de ciencia y tecnología.
El crédito vigente para la Función Ciencia y Tecnología también profundiza su deterioro, con una reducción real del 32,8%, por encima del promedio general del presupuesto nacional (-26,8%). En el caso del CONICET, aunque el recorte es menor, alcanza igualmente un preocupante 23,7% en términos reales.
Un nivel histórico mínimo
La inversión en ciencia y tecnología, medida como porcentaje del PBI, alcanzará este año niveles incluso inferiores a los registrados en 2005 y 2019, según el informe. La Función CyT pasará a representar solo el 0,213% del PBI, muy lejos del 0,302% registrado en 2023.
El documento también advierte sobre la modificación en la estructura del gasto, con un aumento en la participación de los salarios, que en 2024 representarían el 71,1% del total, dejando menos recursos para inversiones en equipamiento, transferencias a las provincias y otros gastos clave para el desarrollo científico.
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