El primer capítulo de la sexta temporada de la aclamada serie sorprendentemente explica el conflicto detrás de la reciente huelga de artistas en Hollywood.
Curiosamente, la sexta temporada de “Black Mirror” incluyó una historia en la que explica parte del conflicto de lo que estos últimos días estalló en Hollywood: la huelga de actores en solidaridad con los guionistas.
El primer episodio, llamado “Joan es horrible”, está protagonizado por la actriz Salma Hayek y la estadounidense Annie Murphy, quienes realizan una parodia de las consecuencias que tienen en las vidas de las personas las plataformas de streaming. A través de esta sátira, Netflix, narra la historia de Joan, una mujer que acepta los términos y condiciones de la plataforma ficticia “Streamberry”, sin percatarse que con esto está cediendo los derechos de su vida a la compañía.
El problema empieza cuando Joan descubre que su vida está siendo reproducida en una serie que se titula “Joan es horrible”, donde se la expone y juzga frente a millones de suscriptores que tiene la plataforma. Quien interpreta a la mujer es la reconocida actriz Salma Hayek, a quien Joan persigue en un intento desesperado por hacer que paren con este abuso.
Sin embargo todo empeora cuando Salma se entera de esta producción en la que ella en realidad no está participando. Acá es donde comienza la relación que este show tiene con la actual huelga de actores, pues repentinamente Salma y Joan son notificadas de que, por medio de una cláusula en sus contratos, otorgaron a la plataforma los derechos de su imagen y con eso Streamberry creó con inteligencia artificial personajes que terminan siendo una copia de ellas mismas, por lo que ya no son necesarias físicamente y la app puede crear centenares de historias con ganancias millonarias que ellas obtendrán.
Uno de los puntos que trató el Sindicato de Actores de Hollywood mientras intentaban negociar con los grandes estudios sus peticiones fue precisamente acerca de la Inteligencia Artificial, pues los actores consideran que podría poner en riesgo sus garantías, a través de la digitalización de los artistas, es decir que se use inteligencia artificial para recrear a un actor artificialmente, lo cual permitiría a los estudios crear performances en pantalla que realmente el actor nunca realizó. Tal como en este escalofriante capítulo de “Black Mirror”.
Comentarios