Lo que antes era un tranquilo lago, se ha transformado en un espectáculo visualmente. Teñido de un rosa chicle, el lago ha capturado la atención de turistas y científicos.
Las autoridades del lugar debieron lanzar advertencias sobre posibles riesgos para la salud. Asimismo, instaron a los visitantes a abstenerse de entrar en contacto con el agua. La medida es hasta que se descubra la causa de este misterioso cambio cromático.
¿Cuál podría ser la causa?
Investigadores atribuyen este singular acontecimiento a la extrema sequía que azota la región, provocando un aumento significativo en la salinidad del Kealia Pond. Según indican, este incremento alteró el ecosistema acuático, ofreciendo un hábitat propicio para organismos halobacterianos. Se trata de microorganismos unicelulares que prosperan en entornos con elevada concentración de sal.
Si bien inicialmente se temía la presencia de algas tóxicas, los análisis de laboratorio descartaron esta posibilidad. En tal sentido, la investigación está centrada en confirmar -o no- la presencia de halobacterias como responsables de este inusual cambio de color.
El gerente del refugio Bret Wolfe explicó que la sequía extrema agudizó la concentración de sal en el agua. De esta menera, se transformó en un ambiente ideal para estas peculiares bacterias.
Afortunadamente, no se han reportado efectos nocivos en las aves que habitan el refugio, incluyendo especies en peligro de extinción.
Furor entre los visitantes
La noticia, en tanto, no ha disuadido a los turistas. Atraídos por las imágenes que inundan las redes sociales, han convertido al refugio en un destino de visita obligada. En este marco, Bret Wolfe señaló que, aunque preferirían que los visitantes se interesaran en la misión de conservación del refugio, parecen estar más intrigados por el insólito color del agua. “Preferimos que vengan a escuchar sobre nuestra misión de conservar las aves acuáticas nativas y en peligro de extinción y la restauración de nuestros humedales. Pero no, están aquí para ver el agua rosada”, bromeó.
Mientras la incertidumbre rodea el fenómeno, el refugio continúa su labor fundamental en la conservación de la fauna y la educación ambiental. Las autoridades instan a la precaución y paciencia del público hasta que se revele el origen del enigma rosado de Kealia Pond.
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