La ciudad se prepara para recibir uno de los espectáculos circenses más aclamados del mundo y en esta oportunidad para celebrar a un rosarino mundial. Habrá funciones del 16 al 21 de agosto.
El Cirque du Solei llega nuevamente a Rosario y su escala cobra trascendencia no solo por la temática que convoca, un show dedicado a Lionel Messi, sino por su fuerte compromiso social y su vínculo con la ciudad. En este arribo, eligieron a la Escuela Municipal de Artes Urbanas (EMAU), que funciona en los galpones junto al río Parará, para hacer sus entrenamientos. Todos los días, artistas de todo el mundo practican sus destrezas, pero también, comparten un momento especial con alumnas y alumnos de este espacio municipal. Las fronteras son un concepto nulo cuando varias personas se ponen de acuerdo en trasmitir sus conocimientos y amor por la profesión y el arte. El idioma es una anécdota cuando las prácticas son fieles al espíritu itinerante.
La EMAU no solo abrió las puertas de su sede central, sino que también en el Distrito Sudoeste se realizó un intercambio con vecinos y vecinas y el elenco del Cirque du Solei. En esas instancias se vivieron momentos únicos de magia, saberes, intercambio, pero sobre todo, la pizca necesaria para poder confiar en los sueños y saber que se pueden cumplir.
Marcelo Palma, director de la EMAU, comentó que desde la producción del espectáculo se pusieron en contacto con la escuela porque sabían de la existencia del espacio y sus posibilidades para realizar los entrenamientos: “Para el municipio es un orgullo. Apenas nos avisaron, evaluamos los requerimientos y autorizamos. El equipo del Cirque entrena de 11 a 13 y luego se quedan a ver las prácticas de alumnas y alumnos. Es una experiencia muy enriquecedora”, afirmó y sumó al anecdotario los intercambios que se sucedieron en el sudoeste y las cientos de preguntas que las personas pudieron hacer al elenco.
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