Un informe de la UCA revela que la pobreza y la indigencia alcanzaron los niveles más altos desde 2004. Afecta principalmente a los sectores informales y a los trabajadores formales con bajos salarios.
La pobreza en Argentina llegó al 52% en el primer semestre de 2024, según los datos del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (Odsa-UCA). Esto representa un aumento significativo en comparación con el 41,7% registrado por el Indec en 2023. La indigencia también creció, alcanzando el 17,9%, frente al 11,9% del año anterior. Son los peores índices en veinte años.
El informe
El informe de la UCA refleja un promedio entre los dos trimestres iniciales del año. Durante los primeros tres meses de 2024, la pobreza llegó al 54,9%, mientras que entre abril y junio se redujo levemente al 49,4%. En cuanto a la indigencia, se registró un 20,3% en el primer trimestre, bajando al 15,9% en el segundo.
Agustín Salvia, director del Odsa, explicó que si bien algunos sectores de clase media trabajadora, especialmente los técnicos y profesionales, lograron cierta recuperación, los trabajadores de la industria, el consumo y la construcción no vieron mejoras salariales acorde a la inflación. “Los aumentos salariales no acompañaron el ritmo inflacionario, afectando principalmente a los sectores con empleo informal y bajos ingresos”, señaló.
Salvia destacó dos factores clave que perpetúan la pobreza: la pérdida de empleos en el sector informal y las bajas remuneraciones en el empleo formal del sector privado. “Los trabajadores informales, dependientes de programas sociales, no han experimentado una recuperación significativa, lo que profundiza las desigualdades dentro del mercado laboral”, explicó.
Por su parte, aunque los empleados formales del sector privado vieron una leve mejora salarial en los últimos meses, la recomposición es insuficiente. Los trabajadores del sector público y los informales continúan rezagados en este contexto de crisis económica.
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