En un mundo donde la lucha contra las enfermedades mentales sigue siendo una batalla constante, este día se erige como un faro de conciencia y esperanza.
Durante los últimos años, condiciones como la angustia, la ansiedad, la depresión o el estrés se incrementaron significativamente. De hecho, una de cada ocho personas el mundo padece algún problema relacionado a la salud mental.
Lo que más preocupa actualmente es la cantidad de adolescentes y jóvenes que enfrentan este tipo de problemas. La salud mental es una parte esencial en el bienestar íntegro y cada vez más personas se ven afectadas. Esto acentúa una necesidad urgente de abordar la temática.
Según la Organización Mundial de la Salud, en Latinoamérica 100.000 personas se quitan la vida vida cada año. En tal sentido, la OMS explica que “un trastorno mental se caracteriza por una alteración clínicamente significativa de la cognición, la regulación de las emociones o el comportamiento de un individuo. Por lo general, va asociado a angustia o a discapacidad funcional en otras áreas importantes. Hay muchos tipos diferentes de trastornos mentales.”
De acuerdo a la Organización, los problemas de salud mental suelen comenzar antes de los catorce años. En tal sentido, es fundamental priorizar la promoción y prevención durante los primeros años de vida.
Sobre la ley en Argentina
Desde el año 2010, nuestro país cuenta con una Ley N° 26.657 de Salud Mental, una de las más importantes de la región. Sin embargo, desde que se sancionó generó debates y contrastes.
Las críticas consideran que los pacientes continúan padeciendo deficientes a la hora de tener una atención de calidad. Suele haber problemas en cuanto a internaciones o con la falta de acceso a tratamientos necesarios.
El artículo primero de la Ley tiene por objeto “asegurar el derecho a la protección de la salud mental de todas las personas, y el pleno goce de los derechos humanos de aquellas con padecimiento mental que se encuentran en el Territorio Nacional, reconocidos en los instrumentos internacionales de Derechos Humanos, con jerarquía constitucional, sin perjuicio de las regulaciones más beneficiosas que para la protección de estos derechos puedan establecer las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.”
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